Zona de miedo, de Kathryn Bigelow

El Jackass de la guerra

Por: Oswaldo Osorio

Parecía que este año la Academia de Hollywood, haciendo una excepción a la tradición, había decidido con buen criterio. Sus principales galardones fueron para una película de bajo presupuesto y con un tema serio, en lugar de dárselos a Avatar, la última y más perfecta encarnación del cine comercial y escapista.

Sin embargo, luego de conocer este filme  de Kathryn Bigelow, se pudo constatar que los Oscar siguen siendo unos premios a la popularidad, porque si bien bajo este criterio no era posible que la cinta más taquillera de la historia del cine fuera vencida por una modesta película, la sorpresa la hizo posible el tema y su tratamiento, que apelaron al patrioterismo de los estadounidenses, lo cual está siempre por encima de cualquier otro criterio.

Y no es caprichoso el uso del término patriotero, como el criterio aplicado para preferir esta película, en lugar del de patriota. Este último tiene que ver con el amor a la patria, mientras el primero es un alardeo excesivo de patriotismo. Porque eso es lo que se puede ver en Zona de miedo, un relato que únicamente alardea con lo duro que lo pasan los marines en Irak, lo valientes que son y cómo se sacrifican por, no sólo su país, sino por “el mundo libre”, como les gusta decir.

Pero lo que se ve es una historia protagonizada por el típico héroe descerebrado que actúa impulsado por una falsa noción de lo que es la valentía, la cual generalmente confunde con estupidez y arbitrariedad (hay que ver lo poco que le importa la opinión de su equipo). Es como los hombrecitos tontos del programa Jackass, que se someten a peligrosas pruebas que les causan heridas y dolor, sólo para diversión de la audiencia.

Así mismo es la mentalidad de este “héroe” que desarma bombas en Irak, pues no se da cuenta –tampoco el guionista ni la directora- que sin la consciencia y la actitud del heroísmo no puede existir tal cosa, pues solo queda el hombre-idiota o el hombre-máquina cumpliendo ciegamente la función para lo que fue adiestrado.

Decía el personaje de Tom Hanks en Rescatando al soldado Ryan, luego de negarse a asesinar a un nazi a sangre fría, que su misión era llegar vivo a casa con su familia. En esta película ocurre todo lo contrario, el héroe de guerra, que se siente el hombre más valiente del mundo por haber desactivado más de ochocientas bombas, no es capaz de quedarse con su familia y vuelve rápidamente a guerrear.

El único argumento que da la película es un epígrafe que afirma que la guerra es una droga. Es posible que esto sea así para muchos soldados, pero el asunto es que la película en ningún momento se cuestiona por qué sucede esto y cuáles son sus consecuencias, simplemente lo propone como el acto último de heroísmo y patriotismo: abandonar la familia y volver a su vida temeraria (y ruedan créditos).

En una película titulada Soldado anónimo (Sam Mendes, 2005), el gran conflicto de los personajes es que fueron entrenados para guerrear y matar, pero por lo rápido que se desarrolló la primera guerra de Irak, en 1992, no pudieron hacerlo. Mendes no idealiza a estos soldados, sino que hace que el espectador sienta cierta simpatía por ellos, pero que también cuestione la forma en que les lavan el cerebro, así como lo cruel y absurdo de la guerra.

En la cinta de la Bigelow los soldados son mostrados como unos patriotas sometidos a un gran peligro por culpa de esos locos terroristas. Nunca, ni siquiera con un guiño, hace referencia al carácter de fuerza de ocupación que tiene el ejército de Estados Unidos, más ahora que todos saben que el argumento que inició la guerra, las supuestas armas de destrucción masiva, solo fue una forzada excusa  para la invasión.

Otras dos películas que entre sí están en las antípodas en su concepción, resultan mucho más honestas y críticas con este tema. Ya Brian de Palma con Pecados de Guerra (1989) había mostrado las arbitrariedades de este ejército invasor en Vietnam, y como queriendo hacer una puesta al día para demostrar que las cosas no han cambiado, hizo No me digas mentiras (2007), que muestra, de forma descarnada, la mentalidad de los soldados y sus abusos en la ocupación de Irak. La otra película es Tres reyes (David O. Russell, 1999), en la que su interés es simplemente hacer una cinta de acción, pero que también se muestra al ejército norteamericano como una fuerza de saqueo y atropellos.

Como estas tres películas ya hay decenas, pero como no tienen la visión heroica y patriotera de la cinta de Kathryn Bigelow, no tuvieron el mismo eco en la prensa y la Academia. Incluso los argumentos que la crítica estadounidense ha dado para afirmar sus cualidades tienen que ver más con el cine de guerra y de acción que con el tratamiento del tema. Pero aún en esto se trata de un filme con unas características cuestionables o apenas equiparables con las de muchos otros filmes.

Por ejemplo, el argumento no trasciende la sucesión de tensionantes (lo cual con bombas de por medio es fácil lograr) secuencias elementalmente articuladas unas con otras. No hay tampoco una sólida construcción de personajes más allá de los clichés, como los ya mencionados del héroe descerebrado o la relación que establece con el niño y su torpe intento de venganza cuando creyó que aquél fue asesinado. En cuanto al realismo de la puesta en escena y su concepción visual, se trata de otra película más que recurre a un estilo que ya se ha convertido en una tendencia y que, por no ir muy lejos, las películas antes mencionadas ya lo tenían.

Por todo esto, si de lo que se está hablando es de cine, Avatar, de James Cameron, es mucho más película, por su concepción visual –fundada, además, en adelantos tecnológicos propios-, por construir una historia más elaborada, por su intención de darle un trasfondo a sus personajes y por las ideas de contexto que maneja sobre la ecología y el imperialismo de las potencias. Al lado de todo esto, y por más reparos que se le puedan hacer al filme de Cameron, la película Zona de miedo es simplemente propaganda.

FICHA TÉCNICA

Título original: The hurt locker

Dirección: Kathryn Bigelow

Guión: Mark Boal.

Producción: Kathryn Bigelow, Mark Boal, Nicolas Chartier y Greg Shapiro.

Música: Marco Beltrami y Buck Sanders.

Fotografía: Barry Ackroyd. Montaje: Bob Murawski y Chris Innis.

Reparto: Jeremy Renner, Anthony Mackie, Brian Geraghty, Ralph Fiennes, Guy Pearce, David Morse.

USA: 26 Junio 2009. Estreno en España: 29 Enero 2010.

Vea más en:

www.cinefagos.net

Ensayos – críticas – cine colombiano – cómics – cuentos de cine

4 comments

  1. YoMismo   •  

    **Si no ha visto la película no lea esto**

    Hola Oswaldo,

    Que pena hacerle esta pregunta tan directa, pero ¿usted fue de manera desprevenida al cine o ya tenía este concepto formado antes de ver Zona de Miedo?; porque siento que vimos dos películas completamente distintas.

    De manera muy personal tendría que decir que la Hurt Locker que yo ví es una película donde no importa el concepto patriótico con que cada uno de los soldados hayan ido a la guerra. Sencillamente están allá, para bien o para mal, haciendo SU trabajo.

    La película en ningún momento toma partido ni se sumerge en planteamientos de luchas libertarias; sencillamente muestra guerra, hasta su tercer acto, donde luego de sumergirnos en un mar de tensión en los dos primeros, nos muestra una vida vacía, rutinaria, sin emociones, sin nada nuevo, empacada al vacío y aun peor, en serie; donde el único escape que encuentra el protagonista es volver a sentirse un poco vivo (sin juzgar si está bien o mal) en medio del fuego.

    Recuerde que la crítica también puede ser constructiva. Y lo digo porque en su blog, por lo general, si la película no es de Lynch, Haneke, o cualquier otro director de cine pseudo-independiente, es automáticamente catalogada como una pérdida de tiempo.
    Recuerde que el cine independiente se está conviertiendo poco a poco en un título de éxito inmediato… muchas veces con temas trillados como en el caso de los hnos Dardenne, los cuales siempre muestran la miseria de una mujer entre relaciones tormentosas (familiares o amorosas)… pero igual, siempre figuran en los festivales de cine independiente.

  2. Juan Carlos Ramírez   •  

    Con respecto a su análisis pienso lo siguiente (y no soy un experto en cine, cabe aclarar):
    1. Los premios OSCAR, son galardones de Estadounidenses, para Estadounidenses (son tan “bondadosos” que premian a los extranjeros en una sola catregoría), por lo que es esperable este tipo de reacciones con este tipo de temáticas, sin consideración de los cánones que se manejan en el mundo en cuando a puesta en escena y arte visual.
    2. Es innegable la “concepción visual” de AVATAR y lo que es colocar la tecnología al sevicio del cine, pero para mi, no es más que eso: un descreste visual. La historia no aporta nada a lo ya presentado en cine, pareciéndome una adaptación facilista de otras obras cinematográficas. Es ver en 3D y con otros personajes a Pocahontas, Danza con lobos, El último samurai, por mencionar algunos ejemplos.
    3. Por esto me pareció muy acertado el hecho de que la Academia no haya considerado a Avatar para Mejor película. El derroche visual no hace una mejor película, aunque es indudable lo impresionante de su concepción.
    3. Ahora mejor The hurt locker que Avatar, indiscutiblemente, más allá si lo vemos como “patrioterismo” o no. Y más allá o no de la estupidez del protagonista, si se mira detenidamente queda más que claro que ese personaje comparte las caracterísiticas propias de las mayorias de las guerras: la estupidez, la insensatez.

  3. Angélica   •  

    Buena Tarde,

    opino lo mismo que los anteriores lectores, esta película tiene un contenido más allá de la “PROPAGANDA”, porque no muestra lado bueno o malo, simplemente el conflicto en el que se vive. Si bien el protagonista es el héroe desalmado que deja a su familia, basta con ver al otro compañero de raza negra, que por el contrario deja de lado ese mundo y se va a buscar su plenitud en una familia, así que la cinta nos ofrece las dos posiciones muy válidas para que como espectadores tomemos partido y tengamos la opción de analizar cada una.

    De propagando no ví nada, no había un líder malo o bueno como en las acostumbradas películas de guerra, es más ni siquiera nos muestra el lado del que está un país.
    Así que yo creo que es hora de empezar a ver el cine de Hollywood como más allá de lo comercial, no todas lo son, dejémonos de paradigmas y aceptemos que EEUU es bueno en lo que hace, no sólo España y Alemania con sus clichés de los nazis son las mejores y mucho menos todas las que no vienen en el idioma inglés por ser denominadas “cine independiente o extranjero” son las que merecen el título de las mejores.

    Muchas Gracias!!

  4. Mario   •  

    En realidad, cine versus cine, Avatar es muy superior a Hurt Locker. Esta última resulta un “bodrio” un film intragable. Lento hasta la exasperación donde tiene más toques de docu-reality especial para pasar por NatGeo o por Discovery o x Infinito antes que una buena película. El resto ya forma parte de la ideología, aunque coincido con Osorio

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