Con el objetivo de indagar en la historia de la exhibición cinematográfica en Medellín, con énfasis en los espacios de programación alternativa, nace la investigación Salas y cineclubes en Medellín, realizada por el profesor e investigador Oswaldo Osorio y en la cual desarrolla un recorrido histórico cinematográfico, patrimonial y socio-cultural sobre las salas de cine de la ciudad y los principales cineclubes, desde 1956 (año en que se funda el primer cineclub) hasta nuestros días.
La investigación no sólo propone la elaboración de un mapa que ubique dichos espacios de exhibición, en especial en la zona centro donde se concentraba la mayoría de ellos, sino también el análisis de sus características y dinámicas socio-culturales. Este proyecto es posible gracias a la convocatoria de Estímulos PDL Y PP Cultura 2020 de la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín.
Aunque apenas a un par de décadas de su invención ya era considerado el doble carácter de arte e industria del cine, en realidad solo es desde finales de la década del cincuenta del siglo pasado que se empiezan a diferenciar los espacios de exhibición entre un tipo de cine y otro. Esto se da con la aparición de las salas de arte y ensayo y la proliferación de cineclubes, fenómenos que, en gran medida, fueron consecuencia de una nueva concepción del cine definida por el cine de autor y las nuevas olas, en especial la Nueva Ola Francesa. Es por eso que el rango de análisis empieza en 1956, año en que se funda el Cine Club Medellín, fecha y suceso que sirven como punto de partida para contar una doble historia que corre paralela y que se entrecruza en ciertos escenarios y momentos.
A manera de introducción, la investigación elabora un panorama histórico con la llegada del cine a la ciudad, los antecedentes y cualidades de las salas y ciertas prácticas espectatoriales. El recorrido continúa con la proliferación de los espacios de exhibición a partir de los años cincuenta, que va de la mano con la incorporación de la asistencia al cine entre las prácticas cotidianas de los habitantes. En este punto se relaciona un inventario de las salas de cine de la ciudad, destacando las diferentes dinámicas de su funcionamiento y procesos como las salas de barrio en relación con las salas del centro y luego su paulatino desplazamiento a las periferias y transformación en múltiplex en centros comerciales, así como también enfatizando en aquellas salas con una oferta alternativa como el Subterráneo, el Cine Centro, el teatro Libia, la cinemateca del MAMM y del Museo de Antioquia y el Centro Colombo Americano.
La historia de los cineclubes, por su parte, se construye a partir de las voces de sus integrantes, destacando las lógicas de su programación y el proceso de aceptación que atravesaron en sus inicios por parte de la comunidad eclesiástica.
El relato se acompaña además de un mapa que ubica las salas del centro de Medellín. Así mismo, un doble y comparativo registro fotográfico: imágenes de archivo de los principales teatros e imágenes que registran el estado actual de lo que sobrevive de esos lugares o sus pasadas ubicaciones.
Este proceso investigativo consigue consolidar un conocimiento histórico como aporte a la memoria cinematográfica, audiovisual, social, cultural y patrimonial de la ciudad, en especial del centro de Medellín; una memoria de importantes lugares y prácticas que están siendo olvidadas o que, incluso, las nuevas generaciones de plano desconocen, y cuyo estudio y reflexión puede contribuir al enriquecimiento de las prácticas y procesos de divulgación actuales en el cine y el audiovisual.