La doble lectura del cine infantil
Me ha sorprendido encontrar que hay una cierta animadversión por esta película. Tal parece que la impresión que dejan los cortos promocionales de esta cinta infantil, contrario a su objetivo, está dando la idea de ser una película sin atractivo alguno. Pero eso sólo es una impresión de quienes juzgan las películas por los cortos, pues si bien no estamos ante una gran obra, sí tiene todos los elementos que buscan quienes gustan del cine infantil, no importa su edad.
Lo que uno le pide a una película infantil es que sea inteligente y, en lo posible, original. Nada peor que las cintas que subvaloran a su público y creen que con sólo una trama de personajes tiernos, amenazados por malvados pero tontos villanos, es suficiente para entretener a su público. O las que son demasiado pretenciosas, como Coraline, por ejemplo, o las que se pierden en cargadas tramas o chistes de mal gusto y un sinfín de referencias, para tratar cubrir un público mayor, como ocurre con Shrek El Tercero.
A despecho de su título, lo atractivo de Monsters Vs. Aliens no es tanto la confrontación entre los monstruos de la tierra y lo alienígeneas. El verdadero conflicto de la historia está en el hecho de que estos “monstruos” son diferentes a todas las demás personas y por eso son excluidos o mirados con temor. De ahí que el verdadero triunfo de los protagonistas no tiene que ver tanto con vencer a los invasores, sino con asumir su identidad como monstruos y como seres distintos.
Por lo demás, es una película que tiene como su principal atractivo, además del nuevo sistema de 3D, su humor ingenioso y hasta elaborado. Solo basta con mencionar el tratamiento que le dan al presidente de los Estado Unidos, de quien se burlan y parodian de todas las formas posibles. Los niños verán en él a un personaje cursi y divertido, pero los adultos harán una lectura de fina sátira política. Ése es el ideal de una película infantil, que consiga ese doble registro, sin que uno u otro público se recienta.
I.M.