El mismo material, pero mal cosido
Por: Íñigo Montoya
Toda película del más importante director español de los últimos tiempos es esperada como un acontecimiento. Su carrera comenzó haciendo del mal gusto y las extravagancias picantes un arte, luego se transformó en un cine de gran madurez e intensidad, que llega a su punto más alto con Todo sobre mi madre (1999), pero ahora ya da signos de agotamiento, especialmente con esta última película.
Lo particular es que esta cinta tiene todos los elementos que caracterizan el cine del director manchego: es una historia sobre la turbulencia de las relaciones y los sentimientos, tragedias médicas, el quehacer cinematográfico como recurso del relato, melodrama, personajes pintorescos, diseño de arte con estilo propio, referencias directas a otras películas y una chica Almodóvar, esta vez Penélope Cruz. Y sin embargo, nada funcionó como antes.
Lo que vemos es una tediosa historia en la que no es posible identificarse con ningún personaje, conflictos forzados y estirados que no consiguen que haya tensión alguna y una trama predecible y mal copiada de sus películas anteriores.
Incluso es muy significativo cuando al final nos damos cuenta de que la película que estaba dirigiendo el protagonista es nada menos que Mujeres al borde de un ataque de nervios, la cinta que le dio fama internacional a Almodóvar, lo cual sugiere que es el pago de una deuda consigo mismo, un ajustar de cuentas con tintes autobiográficos que tal vez fue lo que llevó a que esta nueva película estuviera desprovista de la chispa e intensidad de todas las anteriores.
Sí, esta película deja un aire de falsedad, ese supuesto “amor” entre Lena y Mateo/Harry no es para nada creíble, al menos yo no me lo creí, no lo sentí, ese personaje de Ernesto hijo, nada qué ver, estaba perdido, me pareció lo más estúpido, hasta incoherente, y bueno sí, desespera y aburre, esa confesión por ejemplo al final de Judith pues, mejor dicho, como forzadita y sosa
….. lo mejor de las cintas de este realizador son sus puestas en escena …meticulosamente planeadeas …nada …..absolutamente nada queda al AZAR ….. y …. para mejorar las cosas siempre acude al maestro ALBERO IGLESIAS ….. que acaba de redondear la perfección a que ya nos tiene habituados el chico terrible de madrid ….. ¡ extraordinaria !