LAA, Austria. Los ministros de Relaciones Exteriores de Austria, Alois Mock y su contraparte de Checoslovaquia, Jiri Díenstbier, cortan simbólicamente las rejas de la Cortina de Hierro entre los dos países. Foto Reuter
Soldados con camiones, palas mecánicas y alicates comenzaron a desmantelar parte de la alambrada que delimita la llamada Cortina de Hierro que separa a Checoeslovaquia de Occidente. Muy temprano se iniciaron los trabajos en la frontera, en un tramo de ocho kilómetros en la confluencia de los ríos Danubio y Morava.
Hasta hace una semana los checos tenían que solicitar una visa para salir a Occidente y su otorgamiento quedaba a discreción de los funcionarios. Aunque la libertad de viajar se incrementó notablemente este año, a muchos ciudadanos se les rechazó la solicitud de visa con el habitual argumento oficial de que su viaje “no conviene a los intereses del estado socialista”. Hubo muchos intentos de cruzar la frontera en este punto; muchas personas murieron ahogadas en la fuerte corriente del río cuando trataban de atravesarlo a nado y otras cayeron bajo los disparos de los guardas.
Fuente: Archivo Centro de Información Periodística CIP