100 años despúes, su sueño motiva a otros

El 6 de febrero de 1912, año bisiesto, a las 4: 00 am. En una población con 70 mil habitantes aproximadamente, un jóven oriundo de Entrerríos, Antioquia y con apenas 21 años de edad, Francisco de Paula Pérez da inicio a una propuesta informativa con un único propósito “Servir a la patria”.

Este estudiante de Derecho de La Universidad de Antioquia, pensó en un bisemanario – martes y viernes-, de cuatro páginas – cinco columnas cada una, información en el interior y publicidad en la portada y contraportada- con excepción, en el primer año de vida, de una nota necrológica. Bajo este principio, busco un nombre que lograra cubrir su prosósito de lucha por los intereses y la unidad nacional, así que lo bautizó El Colombiano, alusivo a una desaparecida publicación bogotana que había acogido esa causa.

Gracias a la inversión de 300 pesos, la mitad aporte suyo y la otra mitad de un amigo, los antioqueños tuvieron en sus manos 400 ejemplares del periódico en la madrugada de ese martes.

Así se elaboraron los primeros periódicos

Se invirtieron 4 horas y 8 pesos en confeccionar los 400 ejemplares, en una prensa Liberty de pedal, en la imprenta La Patria, de la calle Ayacucho frente al Teatro Bolívar (Medellín). Los vendieron a 0.3 centavos unidad, 02 para la empresa y 0.1 para el vendedor. Y a los compradores los tuvo sin cuidado que no tuvieran fotos (aunque sí grabados) ni color (el primer año sólo se registró en una ocasión, en un título en rojo, no azul como hubieran esperado sus copartidarios).

Trece meses después de fundado, por retiro de Francisco de Paula, enfermo de tifo, pasó al Directorio Conservador, ente que compró la imprenta La Patria y asumió pasivos; luego paso a Jesús María Yepes y finalmente, en un proceso que comenzó en 1929 y concluyó en 1940, quedó en manos de Julio Carlos Hernández Fernández y Fernando Gómez Martínez.