Ayer seguían llegando a Alemania occidental miles de personas provenientes del bloque oriental, después que Hungría determinó abrir sus fronteras. Un conflicto diplomático se ha originado por esta determinación. Foto Reuter
“Lo logramos!”, exclamaban miles de eufóricos alemanes orientales mientras, en destartalados automóviles colmados de hombres, mujeres y niños, arribaban a Occidente desde Hungría. En seis pasos fronterizos, benévolos guardias aduaneros húngaros les abrían paso hacia una nueva vida en Alemania Federal.
Mientras tanto, Alemania Democrática acusó de provocador a su vecino capitalista por haber puesto en práctica lo que calificó de operación tipo militar tendiente a que miles de refugiados alemanes orientales pasaran a Occidente. La radio de Hungría comparó la tumultuosa partida de los alemanes orientales con los festejos que suelen saludar la llegada de año nuevo, “sonado las bocinas de sus automóviles, con vítores y gritos de la gente”. Los alemanes comenzaron a llegar poco a poco a Alemania Occidental, hacia las tres de la madrugada, aumentando en número con la llegada del día. La mayoría eran jóvenes parejas o familias con niños pequeños.
Fuente: Archivo Centro de Información Periodística CIP