Sucedio hace 50 años
1964

Caluroso recibimiento a los cuatro motilones

ArchivoCIP El Colombiano

Desde las selvas del Catatumbo y a través del río Brandy, cuatro fornidos indios motilones, luciendo “taparrabos”, llegaron al aeropuerto Eldorado de Bogotá. No menos de dos mil personas pudieron admirar, por primera vez, los ejemplares excelentes de la selva oriental de Colombia, catalogados como los más feroces a través de los siglos.

Tomados del brazo del padre Rafael García Herreros, con sus  flechas y armas en alto, saludaron con una sonrisa de timidez a quienes les vitorearon.   Según expresión de una acaudalada dama que se encontraba muy cerca de los motilones, el modesto y sencillo “taparrabos” que cubría a los cuatro indígenas era un distintivo de su “pureza”, propia de la selva.