BUDAPEST. Ciudadanos húngaros miran a través de una bandera del país, que permanecía en el Parlamento y que tiene un enorme agujero en el sitio donde normalmente están ubicados la hoz y el martillo. Hungría se desprendió ayer de su pasado stalinista.
El Parlamento húngaro extirpó los elementos stalinistas de su Constitución para crear una ley básica de estilo occidental que nuevamente convierte al país en una democracia multipartidaria.
Hasta ayer Hungría se había definido como una república socialista popular en la que todo el poder recae en manos de los trabajadores y en la cual el Partido Comunista era la principal fuerza motriz. De acuerdo con la nueva Constitución, Hungría se convertirá en una república independiente, democrática y constitucional que reafirmará “los valores tanto de la democracia burguesa como del socialismo democrático”.
Fuente: Archivo Centro de Información Periodística CIP