Sucedió hace 70 años

El Colombiano, Mayo 1 de 1942

Madagascar, en manos británicas

El presidente Roosevelt, en la foto con Winston Churchill, anunció que los británicos ocuparon la estratégica isla de Madagascar, situada cerca a la costa Oriental de Africa, que se considera vital para las rutas marítimas del Cercano Oriente.  El comunicado informa que el hecho cuenta con el pleno apoyo y la aprobación del gobierno de Estados Unidos.  Las naciones aliadas decidieron la ocupación para impedir cualquier acción japonesa contra la base naval francesa de Diego Suárez. Se ha aclarado que no se alterará la posición jurídica e internacional de Madagascar, que seguirá siendo territorio francés.

Combates violentos cerca de Leningrado

La radio de Leningrado, segunda ciudad rusa, dijo que fueron muertos más de mil alemanes en el frente del Artico y que en la región del lago Ilmen los rusos dieron muerte a 500 nazis. Las operaciones aéreas crecen en intensidad. Las máquinas de caza rusas hostigaron fuertemente las posiciones finlandesas del norte y abatieron 48 máquinas enemigas, mientras los rusos sólo perdieron 9 máquinas en las últimas vienticuatro horas.

Mandalay, ocupada por soldados japoneses

El alto comando imperial anunció que las fuerzas japonesas han ocupado totalmente a Mandalay, última ciudad importante de Birmania, con lo cual ha concluido prácticamente la tarea de expulsar a los británicos del Asia Oriental.  La caída de Mandalay se compara con las anteriores victorias niponas sobre Singapur, Java y Bataan. Los japoneses han expulsado totalmente al enemigo del territorio situado al oeste de la India, con excepción de una pequeña faja de tierra.

Alemania recluta trabajadores de los territorios ocupados

Por informaciones recibidas del servicio secreto, se sabe que Hitler está realizando la conscripción de 2 millones 500 mil trabajadores en países ocupados por su ejército para solucionar la escasez de mano de obra que dificulta el funcionamiento de la maquinaria bélica del Reich.  Las tremendas pérdidas de materiales y municiones ocasionada por la campaña rusa obligan al Fuehrer a acelerar la producción, no sólo en Alemania, sino también en los países ocupados, donde las fábricas trabajan para el ejército nazi.  De Holanda y Bélgica se sabe que los alemanes están recurriendo a las amenazas para obtener operarios.