Los ejércitos del Reich avanza rápidamente en todos los frentes y asestan golpes terribles a la marina de guerra y mercante de Rusia en el Mar Negro y en el golfo de Finlandia. La ciudad de Kiev fue arrasada por los rusos y cuando los alemanes tomaron la ciudad, sólo encontraron ruinas y desolación pues los suministros de agua y energía, los transportes y las fábricas habían sido volados antes de la salida de sus habitantes. Se carece de información acerca de la población civil, pero se cree que pudo ser evacuada con éxito.