Abstenerse de votar es un pecado grave

Su Excelencia Ilustrísima, monseñor Augusto Trujillo Arango, obispo de Jericó, envió al clero y al pueblo de su diócesis una circular que se ha estado leyendo en los templos. En ella se afirma que “reanudar la violencia con fines políticos sería un acto criminal y abominable, y que grave deber de todo hombre o mujer es el de dar su voto por personas dignas, en forma consciente y responsable y rechazar el pesimismo nefasto”.   Declara que, sabiendo que no es misión de la Iglesia la intervención en el orden político, solamente se dirige a la conciencia cristiana.

“No se interpreten estas normas como preferencia por alguna de las agrupaciones políticas o de candidatos que respeten los principios cristianos. Abstenerse de votar sin una causa verdaderamente justa es una falta grave ante Dios y ante la sociedad, máxime cuando por consecuencia de aquella abstinencia pudieran llegar al desempeño de altos cargos personas indignas y cuya presencia en el gobierno constituya una amenaza para la Religión o el bien común”.