La ambulancia acuática sale desde Vigía del Fuerte hasta el corregimiento de Brisas en Riosucio, Chocó. Si el paramédico encendiera un cronómetro, el trayecto marcaría dos horas en lancha con un paciente crítico por covid-19. El desplazamiento continúa hasta Bajirá y, desde ahí, se decide si la remisión de esta persona se hará a Turbo, Apartadó o Medellín. Pueden pasar hasta más de tres horas.
De los tres pacientes que durante esta semana han sido trasladados a Apartadó, según el alcalde Félix Santos Pestaña, murieron dos y se recuperó uno. Vigía del Fuerte y Murindó, en el Urabá antioqueño, son los únicos municipios del departamento que no tienen acceso por carretera.
La atención para pacientes de la pandemia solo se hace por el río Atrato. Por vía aérea, hasta ahora, solo han conseguido sacar las muestras para su evaluación, en viajes en avioneta que pueden valer hasta un millón de pesos.
El alcalde Santos Pestaña menciona que es evidente el agotamiento de que les digan que no se puede llevar la vía terrestre hasta Vigía. En su cabeza, incluso, traza un mapa mental: “Tenemos municipios vecinos con acceso terrestre, como Urrao y Frontino. ¿Por qué no bajan el ramal a Vigía? ¿Por qué de Urrao, siguiendo el cauce del río Arquía, no traen la carretera hasta acá?”, se pregunta.
Además de estas dos localidades, otros 14 municipios están sufriendo más por las condiciones de sus vías principales de acceso sin pavimentar. Se trata de Armenia, Heliconia, Caicedo, Abriaquí, Sabanalarga y Peque (Occidente); El Bagre y Nechí en el Bajo Cauca; Puerto Nare y Yondó, en el Magdalena Medio; Alejandría y Concepción, en el Oriente; Anorí, en el Nordeste; y Briceño en el Norte.
Carros pegados en el lodo
A las 10:00 p.m. de antier salió, desde Heliconia hasta un hospital en Medellín, un paciente de covid-19 que luego falleció. Para llegar a una IPS como el Hospital General o el Pablo Tobón desde esta localidad el viaje puede tomar entre 45 minutos y una hora.
Así lo relata el mandatario de la localidad, John Fredy Ortiz Tabares, quien cuenta que en 2018 se intervino la vía secundaria de acceso antes de llegar al parque principal. A pesar de eso, los trabajos que se hicieron se deterioraron rápidamente y hoy tienen varios puntos críticos: El Tirol-la Curva del Buey, en donde la carretera se despedazó y además se hundió porque lo hicieron sobre una falla geológica. Otros son la entrada a la finca El Tirol y el tramo entre la Curva del Buey y el puente de Morritos. Ahí están levantando el asfalto y están reparando.
Pavimentar esta vía es un asunto de urgencia no solo por el tema sanitario, apunta Ortiz, sino también por los retrocesos en materia económica: por este corredor sin pavimentar cruzan, a diario, los camiones de las plantas de procesamientos de cárnicos y el tráfico pesado de volquetas doble troque descargando material de las minas.
Cada que hacen una reparación o cada que se hace un hueco, hay riesgo de que un vehículo de esos se vaya al abismo. El estado de la carretera en Heliconia genera retrasos en horarios e incertidumbre en la población. La comunidad se pregunta: “¿no la van a intervenir?”. A los problemas se suma el mal estado del puente La Porquera, cuyo deterioro amenaza la comunicación de la mitad del municipio y al corregimiento Sevilla, en Ebéjico.
“Heliconia está a media hora de Medellín, pero con estos temas se vuelve como si estuviera, quién sabe, casi que en otro departamento. Como si viniéramos de Chocó”, comenta Ortiz.
En Sabanalarga, cuenta el alcalde Morel Mazo, si se presentara un paciente grave el hospital más cercano está en Santa Fe de Antioquia. La ambulancia llegaría en dos horas. Con la vía pavimentada, el trayecto podría tomar una hora y 15 minutos.
Mientras tanto, en Peque, solo conectados con una vía de acceso de 66 kilómetros, sin pavimentar y que los une a Uramita, el invierno les ha jugado malos ratos y varias veces el trayecto termina bloqueado por los derrumbes. Dice el alcalde Froy Fáber Hernández que la pavimentación total podría costar $120.000 millones.
Van al Plan
La intervención de estas vías de acceso ha sido una propuesta de varias décadas. La actual Gobernación retomó la promesa y la incluyó en el Plan de Desarrollo.
En efecto, en un análisis de la Secretaría de Infraestructura para la red vial a cargo del Departamento, de los 4.966 km, solo 1.856 km (37,4 %) están pavimentados y el 50 % se encuentra en estado regular. La meta en el cuatrienio es intervenir 65 km de vías urbanas, incluidos estos municipios, y 3.060 km de caminos de herradura o motorrutas.
En los 38 km entre Santa Fe de Antioquia-Caicedo, 24 km están pavimentados y 14 km aún no han sido intervenidos. El alcalde de esta última localidad Miguel Martínez, dice que la mayoría de pacientes son remitidos al Hospital San Juan de Dios de Santa Fe de Antioquia. Ese trayecto toma, mínimo, una hora y cuarenta minutos. Con la vía pavimentada se reduciría una hora.
En los baches o tramos sin pavimentar hay unos pasos tan deteriorados que hay carros que se han quedado atrancados en la tierra.
Y, aunque aún no ha habido pacientes graves, la posibilidad está latente de que la que se quede atascada en el lodo sea una ambulancia.