El proyecto del Tren del Río arrancó este año arrastrando problemas, según señaló la nueva gerente de la Promotora Ferrocarril de Antioquia, Marcela Holguín, durante un debate en la Asamblea Departamental.
Luego del tire y afloje del cuatrienio pasado, en el que esa línea de transporte no logró ver la luz en medio de una maltrecha relación entre la alcaldía de Daniel Quintero y la gobernación de Aníbal Gaviria, este año el proyecto arrancó con la promesa de desatascarse, pero arrastrando nuevos líos administrativos.
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Y es que, según sostuvo la gerente Holguín, a escasos días de culminar el año pasado, el Ministerio de Transporte decidió actualizar los requisitos para financiar los sistemas de transporte público de pasajeros en el país, no sólo aumentando las exigencias técnicas y normativas, sino obligando a los entes que ya tenían proyectos en curso a tener que volverlos a radicar ante la Nación.
De acuerdo con los cálculos preliminares de la promotora, dicho trabajo podría tardar por lo menos 17 meses, en una labor que no solo obligará a reunir y subsanar documentos, sino también a actualizar el catastro en toda la zona de influencia del proyecto y expedir múltiples actos administrativos en ese sentido.
A nivel regional, otra nueva tarea viene por cuenta de una resolución emitida por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá también el año pasado, que obligará al proyecto ampliar los detalles de sus especificaciones técnicas, sobre todo en materia de sus estimaciones de demanda.
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Con base en este panorama, la promotora señaló que son dos los escenarios principales que se están estudiando para sacar la obra adelante, también pensando en el tramo que luego llegará hasta Puerto Berrío.
Mientras, por un lado, está el acogerse a la ley de metros, en el que precisamente todos estos trámites son cruciales para aspirar a que el gobierno central desembolse el 70% de los recursos (quedando el 30% restante en manos de la Alcaldía de Medellín, la Gobernación de Antioquia y otros entes locales), en un segundo plano también se estudia un proyecto que dependa menos del presupuesto de Bogotá.
En este escenario alterno, el proyecto se pensaría con una naturaleza mixta, en la que, a la inversión de privados locales y extranjeros, también se sumen otros instrumentos de financiación pública menos dependientes del gobierno central, como vigencias futuras o cobros por valorización.
“Tenemos la esperanza que alguno de los dos trenes salga a licitación en 24 meses y vamos a trabajar muy duro desde la promotora para que esto sea una realidad y decirles a los antioqueños que nos tengan paciencia y mucha fe que vamos a sacar estos proyectos férreos adelante” sostuvo la gerente Holguín.
Un proyecto lleno de desencuentros
Pese a ser una de las obras más importantes en materia de movilidad para el Valle de Aburrá, dado que su construcción permitiría mejorar el margen de maniobra de la línea A del Metro, el Tren del Río no logró despegar durante el cuatrienio pasado.
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En 2022, la obra estuvo principalmente en vilo ante un rezago que entonces tenía la Alcaldía de Medellín de formalizar su compromiso de financiar el proyecto.
Dicha discusión, cabe recordar, se produjo justamente en paralelo a un proyecto para construir supuestamente cinco metrocables que se anexaran al Sistema Metro; una iniciativa que contaba con la bendición del gobierno Petro, pero que causó controversia por no encajar con las prioridades del Plan Maestro del Metro y demandar recursos que podrían ser utilizados para el Tren del Río.
De igual forma, en octubre de ese mismo año, la Alcaldía señaló estar dispuesta a meterse la mano al bolsillo para la obra, pero con la condición de que el Metro se encargara de su construcción y de que la gobernación de Antioquia asumiera de su cartera cualquier sobrecosto.
En otra exigencia atípica, la Alcaldía también planteó que solo aportaría dinero a la línea si tenía garantías de que las transferencias que recibía por cuenta de EPM no se verían impactadas por cambios en las tarifas de servicios públicos o ajustes patrimoniales en la composición accionaria de Une, entonces también objeto de controversia pública.
En medio de ese cruce de exigencias y polémicas, el tiempo fue agotándose y el proyecto no logró quedar en firme.
Con la vista puesta en el nuevo cuatrienio, durante el debate de este martes, varios integrantes de la Asamblea pidieron evaluar otras alternativas de cara a tener más alternativas financieras.
Por ejemplo, el diputado Luis Peláez, del Partido Renace, sostuvo que además de pensar en una vinculación del Idea para sumar recursos al proyecto, también podría evaluarse la creación de una estampilla para el proyecto, o vincularlo al programa de obras por impuestos.
Por su parte, otros diputados como Juan Esteban Villegas, propusieron priorizar el avance de ese primer tramo del sistema, sobre todo pensando en poder ampliar el tren nuevamente hacia Puerto Berrío o La Pintada, en el trazado originalmente cubierto por el desaparecido Ferrocarril de Antioquia.