El proyecto de transformación del establecimiento público Olaya Herrera en una Empresa Comercial e Industrial del Estado no pasó el segundo debate el Concejo de Medellín este martes.
La propuesta había sido radicada por la administración municipal y, según sus mismos funcionarios, como el propio alcalde, era el “primer paso” para convertir el hoy aeropuerto en un parque público. Pero, contrario a lo expresado por la alcaldía, la mayoría de concejales dijo que el proyecto nada tenía que ver con ese fin y que lo que estaba en juego era solo la transformación jurídica del lugar.
La votación fue de 12 en contra, ocho a favor y una abstención:
Votaron a favor (8): John Jaime Moncada, Carlos Alberto Zuluaga, Fabio Rivera, Aura Marleny Arcila, Jaime Cuartas, Juan Ramón Jiménez, Juan Felipe Betancur y Álex Flórez.
Votaron en contra (12): Simón Molina, Nataly Vélez, Daniel Carvalho, María Paulina Aguinaga, Dora Saldarriaga, Alfredo Ramos, Gabriel Dib, Sebastián López, Daniel Duque, Luis Bernardo Vélez, Luis Carlos Hernández y Lina Gañán.
No votó: Albert Corredor (no contestó cuando le preguntaron).
La discusión, caldeada en algunos momentos, duró casi siete horas y media.
El debate comenzó con una petición de aplazamiento. Según algunos concejales, como Gabriel Dib, del Centro Democrático, la propuesta no se había discutido con amplitud. “El proyecto me parecía bueno, me encantaba la idea, pero decidieron hacerlo a la carrera. La creación de una empresa no se hace así y por eso pedí que se aplazara este debate”, dijo el concejal que, al final, votó no a la transformación.
Álbert Corredor, también del Centro Democrático, fue uno de los ponentes del proyecto que insistió en la necesidad de la transformación del establecimiento público. “Lo que se busca es la posibilidad de fortalecer los ingresos del Olaya Herrera. Hoy, la mayoría de los ingresos del establecimiento provienen de la concesión con Airplan. En cambio, con la transformación, se abrirán otras líneas de negocio en las que ya se tiene suficiente experiencia”, argumentó Corredor.
El concejal añadió que, siendo Eice, la entidad no tendría ningún competidor a nivel local, lo que le permitiría captar más ganancias. “Sería la primera y única empresa del sector público que ofrezca servicios aeronáuticos. Es importante que este es un negocio importante, toda vez que la aerocivil contrató $3,6 billones entre 2016 y 2019”, justificó Corredor.
El concejal Daniel Carvalho, por el contrario, se mostró escéptico. Votó no a la iniciativa y explicó su decisión: “El estudio de la Eice se hizo a las carreras. ¿Por qué tanto afán? Me reuní con expertos y concluyeron que el proyecto no era oportuno ni bueno desde lo financiero. El objeto es muy amplio y muy ambicioso para el personal que tiene la empresa. Estamos lejos para incursionar en un negocio tan complejo”.