La región antioqueña de Urabá podría estar en riesgo por varios motivos a raíz del abandono de varias fincas bananeras de la zona, lo que ha causado un debacle en materia de empleos en esta subregión.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
Los cultivos están paralizados desde hace un año, tiempo en el que los labriegos no han recibido sus pagos. Situación es foco de riesgo para propagación de enfermedades del banano así como de invasión de tierras.
La región antioqueña de Urabá podría estar en riesgo por varios motivos a raíz del abandono de varias fincas bananeras de la zona, lo que ha causado un debacle en materia de empleos en esta subregión.
Según el diputado del Partido Verde, Camilo Calle, siete fincas ubicadas en los municipios de Carepa y Chigorodó cesaron sus actividades desde hace más de un año, dejando en el limbo a sus empleados y acreedores. Entre las mencionadas propiedades están las fincas Guaduales, Guantánamo, La Gota, Palo de Agua, San Carlos Villa Argelia y Zulemar.
De acuerdo con el diputado, cerca de 200 familias han quedado en el limbo luego de que varios de sus miembros se quedaran sin trabajo y –por ahora– sin esperanza de recibir sus pagos atrasados y mucho menos sus liquidaciones.
En diálogo con EL COLOMBIANO un dirigente sindical de la zona explicó que el cierre de las fincas se debe a varias problemáticas.
Lea también: Desalojaron predio de la gobernación de Antioquia que había sido invadido en Arboletes
“Hay unas fincas que se fueron a pique, pero que tenían préstamos con bancos poniendo como pagaré la tierra. Ahora, las fincas cerraron y no hay a quien reclamarle porque los dueños son otros o los bancos e incluso estos están desalojando a los trabajadores que estaban usando parte de las hectáreas para cultivar su comida mientras les pagaban”, apuntó.
Así mismo, hay otras fincas que tienen algunos líos jurídicos. En el caso de Zulemar, esta se halla intervenida desde hace 10 años por la Superintedencia de Sociedades.
Uno de los trabajadores le dijo a este diario que como Zulemar está intervenida, la explotación de la finca debía hacerse por medio de una empresa tercerizada, que en este caso se llama Golden, según apuntó un obrero.
“Pero desde hace un año que de Golden no sabemos nada. Esta es la hora que deben prestaciones, tres primas, nueve meses de salario y es una plata que necesito urgente porque estoy muy enfermo de una enfermedad ósea que padezco en la rodilla”, dijo uno de los trabajadores de Zulemar que sigue sin recibir sus pagos.
A raíz de esto, los trabajadores entraron en cese de actividades hasta que les pagaran las deudas. El caso ya ha escalado ante el Ministerio de Trabajo donde el asunto sigue sin destrabarse.
Por esta razón, los trabajadores piden que les den parte de la finca como contraprestación para ellos cultivarla.
EL COLOMBIANO también habló con otro de los trabajadores de otra finca quien confirmó que están pasando afugias desde hace un año para sostener a sus familias. “Están que me sacan de la casa que tengo arrendada porque no he podido pagar”, señaló otro de ellos.
Otro apuntó que de cuenta propia les tocaba comprar botas y la ropa adecuada por su propia faena porque en su caso en la finca no les pagaban ni la dotación.
“Un compañero se enfermó y lo tuvieron que internar en una UCI. Ahí si la empresa corrió a pagar la seguridad social”, apuntó.
Calle expresó su temor de que los propietarios le den prelación a las deudas bancarias en vez de honrar sus obligaciones con los trabajadores que hoy actualmente –aparte de desempleados– están pasando grandes afugias económicas y de salud.
Además, cabe anotar que al quedar abandonadas las fincas podrían volverse foco para graves enfermedades, como el 'moko' y el Fusarium que terminen afectando las extensas plantaciones de plátano que hay en la zona del Urabá, comprometiendo la economía de la subregión.
Así mismo, también existe el riesgo de que, al quedar baldías, las fincas caigan en manos de invasores, tendencia que infortunadamente ha cogido fuerza en el Urabá.
“Son territorios valiosos y planos, y los afectados son campesinos sin tierra. Entonces –no es que sea una apología a la invasión de tierras– pero es una conclusión lógica de que es plausible que la invasión de tierras se dé allí”, añadió Calle.
El diputado hizo un llamado desde sus redes sociales para que el Ministerio del Trabajo proteja los derechos de los trabajadores y dé garantías para que haya prelación en el pago de las deudas con ellos para así evitar un problema social en la zona.
Calle también añadió que se puso en contacto con el gremio bananero de Augura pero desde allí le contestaron que poco se puede hacer pues las propiedades baldías ya no están afiliadas a la entidad.
“Pero es que esto va más allá de tenerlas afiliadas y sacarles provecho mientras producen. Ahí los bananeros deben ponerse las pilas por la responsabilidad social y empresarial con los trabajadores. ¿Entonces que porque ya no son parte de Augura, chao?”, comentó.
Este diario contactó a la agremiación bananera Augura para conocer su postura frente al tema y qué soluciones se les pueden brindar a los empleados.
Augura indicó estar profundamente preocupada por esta situación pues para ellos el abandono de estos cultivos no solo afecta a los trabajadores y sus familias, sino que también plantea serios riesgos fitosanitarios para la región.
“Augura insta a las autoridades competentes y a los propietarios de las fincas afectadas a tomar medidas inmediatas para mitigar estos riesgos. Es imperativo que se realicen los diálogos y liquidaciones correspondientes a los trabajadores y se implemente un manejo fitosanitario riguroso en las fincas abandonadas para prevenir la propagación del moko, la sigatoka y prevenir el riesgo de Foc R4T, como lo hemos advertido a las autoridades control”, apuntaron.
Augura también dijo estar comprometida en colaborar con todas las partes involucradas para encontrar una solución a esta problemática y proteger la salud de los cultivos y el bienestar de las comunidades.
Así mismo buscamos a Sintrainagro. Allí comentaron que se espera un pronunciamiento sobre el tema por parte de su presidente muy pronto.