Por considerar que el único testigo del caso incurrió en incoherencias durante sus declaraciones, el Tribunal Superior de Medellín revocó una condena de 36 años por homicidio en favor de alias “Carlos Pesebre”, uno de los principales jefes del crimen organizado de Medellín en la última década. Él mismo, al ser condenado por el delito de concierto para delinquir, aceptó ante la justicia ser jefe de la organización delincuencial “Odín Robledo”.
La decisión causó malestar entre las autoridades de la ciudad, pues ese hombre llamado Freyner Alonso Ramírez García perteneció a las Autodefensas, a la banda “la Oficina” y es considerado el máximo jefe de la “Odín Robledo” (Organización Delincuencial Integrada al Narcotráfico), la confederación que agrupa a decenas de combos que actúan en las comunas de Robledo, San Javier, Laureles, La América y Belén, así como en los corregimientos San Cristóbal, Altavista y San Antonio de Prado.
También está incluido en la Lista Clinton por parte del gobierno de EE.UU., que le aplicó sanciones financieras por su militancia en “la Oficina” y que en 2014 lo señaló de seguir delinquiendo desde la cárcel.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, dijo que “es preocupante, es una puerta giratoria, entran y salen, es volver a tener a estos grandes criminales en la calle. Le pido al fiscal General (Néstor Martínez) que analice este caso, porque es un retroceso en el tiempo de forma drástica”.
El proceso penal
“Carlos Pesebre” fue capturado en 2013 y condenado a nueve años de cárcel por concierto para delinquir agravado, en calidad de jefe de la “Odín Robledo”, tras firmar un preacuerdo con la Fiscalía en el que aceptó la culpa.
Fue remitido a la cárcel de Valledupar, donde en diciembre de 2014 un juez de Ejecución de Penas le concedió la detención domiciliaria, con el argumento de que Ramírez era padre cabeza de familia.
Su posible salida, en ese entonces, alertó a la Fiscalía y a la Policía, que le expidieron una nueva orden de captura por un asesinato cometido el 15 de julio de 2005.
La víctima fue Mauricio Velásquez Valencia (“el Meca”), un lugarteniente de “Carlos Pesebre” abaleado en el barrio Los Alpes por la misma organización, que lo acusó de robarse un dinero producto del tráfico ilegal de hidrocarburos.
Se frenó así la excarcelación del cabecilla, y luego del juicio oral, el Juzgado Noveno Penal del Circuito de Medellín lo sentenció a 36 años por homicidio agravado, el 29 de septiembre de 2016. La principal prueba de la Fiscalía fue el testimonio de un exmiembro de la banda, que aseguró haber escuchado en una reunión a “Carlos Pesebre” ordenando la muerte de “el Meca”.
Su defensa apeló, al considerar que el testigo se contradijo en varios puntos de sus seis declaraciones rendidas entre 2010 y 2015, y el pasado martes el Tribunal lo absolvió en segunda instancia.
Según el fallo, con ponencia del magistrado Miguel Humberto Jaime Contreras, la versión del testigo “no resiste un examen crítico de coherencia y pese al respaldo que se tiene de que pertenecía a la organización, de ahí no deriva que lo afirmado como presenciado por el testigo sea cierto, con mayor razón cuando se denota que muchos de sus conocimientos son de oídas”.
Añadió que, si bien las pruebas de la defensa no demuestran la inocencia de Ramírez, sí introducen dudas, y en este caso la duda se resuelve a favor del procesado (principio legal in dubio pro reo).
El magistrado Jaime expidió una boleta de libertad y la envió el mismo martes a la cárcel Picaleña de Ibagué, donde hasta anoche estaba recluido Ramírez.
¿Y ahora qué?
Al cierre de esta edición, el Inpec informó que todavía no se había producido la excarcelación de “Carlos Pesebre”.
Como es habitual, deben verificar en las bases de datos que no existan otros requerimientos por parte de despachos judiciales, y esto puede llevar más de 24 horas.
EL COLOMBIANO conoció que en las oficinas de la Unidad de Vida y de la Dirección contra la Criminalidad Organizada de la Fiscalía estaban buscando con urgencia si había otros procesos pendientes contra el reseñado. El ente acusador aún no define si recurre la decisión ante la Corte Suprema de Justicia.
Con la caída del expediente por homicidio, solo queda el de la primera condena de nueve años por concierto para delinquir agravado.
Los investigadores están con calculadora en mano, para ver si después del tiempo redimido por buen comportamiento, tras pasar cuatro años y ocho meses en prisión, “Carlos Pesebre” quedaría en libertad condicional o total. La decisión final recae en el Juzgado Cuarto de Ejecución de Penas y Medidas de Ibagué.
El secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Tobón, dijo que “como Alcaldía debemos ser respetuosos de las decisiones judiciales. Por otra parte, nuestra política es de cero tolerancia contra los criminales, sabemos que algunos siguen delinquiendo desde la cárcel, y no cesaremos en la lucha contra las estructuras ilegales”.
Añadió que en la actualidad la “Odín Robledo” tiene una alta incidencia en la violencia homicida que afecta al occidente de la ciudad.