El proyecto minero Quebradora, en Jericó, podría generar daños ambientales tan graves que el río Cauca y el proyecto energético Hidroituango sufrirían sus consecuencias. Así lo señaló la Procuraduría 1 Agraria y Ambiental de Antioquia en un documento de cinco páginas que se une a las más de 500 recomendaciones que la Secretaría de Minas del departamento hizo al proyecto el pasado 9 de diciembre.
La Procuraduría tocó varios puntos críticos. El primero de ellos es un posible deslizamiento de tierra producto de la actividad minera. El ente de control recordó que el Suroeste es una zona inestable geológicamente y que ha sufrido deslizamientos en varias ocasiones.
“Conviene además recodar que la zona ha sufrido históricamente de deslizamientos como el ocurrido la mañana del 16 de diciembre de 1970 en la carretera entre el municipio de La Pintada Antioquia y Supía Caldas, en un sitio conocido como Chirapotó, donde un deslizamiento de tierra y rocas que se extendió por 400 metros y arrastró al río Cauca no menos de 30 vehículos incluidos 3 buses de pasajeros, varios taxis de servicio público, camiones etc.”, reza el texto.
Pero el meollo del asunto está en los relaves filtrados generados. Estos, en palabras sencillas, son los sitios en donde se disponen los materiales que quedan luego de la explotación minera. Es decir, funcionan como tanques o depósitos para contener agua y minerales que sobran. Los elementos más pesados van cayendo al fondo y la mayoría del agua puede ser reutilizada.
Según la Procuraduría, un estudio de la misma multinacional que desarrolla el proyecto, la sudafricana AngloGold Ashanti, advirtió que los relaves causarán cambios en la geoforma del lugar, es decir, podrían producirse cambios en la superficie terrestre. “Este proceso modificará las características geomorfológicas del área de manera significativa y, por lo tanto, se considera un impacto severo”, comunicó el ente de control.
En el comunicado se expresó, además, que el Suroeste es una zona montañosa con diversos pisos térmicos y por donde discurren importantes fuentes hídricas como el Cauca y el San Juan. Por ello, comunicó la Procuraduría, hay que preservar su “exuberante naturaleza”. De esta manera, la descarga de materiales podría filtrarse al río Cauca, excediendo su capacidad de evacuación. Por eso, expresó la Procuraduría, el proyecto Hidroituango, que está aguas abajo, podría sufrir las consecuencias.