Un Programa Integral, definido como Pimecla, ha logrado reducir en más de 14 metros la erosión costera que tiene afectados varios sectores de los municipios de San Juan, Arboletes, Necoclí y Turbo en el Urabá antioqueño.
El Programa Integral para el Monitoreo y Mitigación de la Erosión Costera en el Litoral Antioqueño, Pimecla, es una iniciativa del Dagran y la Universidad de Antioquia que realiza diferentes acciones experimentales para mitigar este fenómeno que tiene perjudicadas a decenas de familias que viven en la línea de costa urabaense.
La erosión costera es un proceso natural en el que la fuerza del mar, al llegar a las playas, genera la pérdida de terreno afectando a construcciones y cultivos por igual.
Según Vladimir Toro, profesor de la Universidad de Antioquia y líder del Pimecla, se ha observado que con acciones implementadas en la zona de experimentación del laboratorio –como perfilación del terreno, puesta de rocas en la parte inferior del talud, instalación de estructuras permeables, revegetalización del terreno con especies nativas, e instalación de “coastsnap” que permiten monitorear la línea de costa– se logró reducir el terreno erosionado en los últimos dos años a medio metro de costa, mientras en la línea del río Hobo durante igual tiempo la erosión ha sido de hasta 15 metros, cuando el promedio de erosión en la zona y en la última década ha sido de seis metros.
La información surgida del laboratorio, según indicó el director técnico de Conocimiento y Reducción del Riesgo Diego Peña López, es importante para los procesos de planificación territorial, pues es fundamental incorporar el escenario de riesgo por erosión costera en tiempos de cambio climático a los procesos de ordenamiento territorial.
“De acá derivaremos insumos para que los municipios que tienen zona litoral y zona costanera los puedan incorporar en sus procesos de ordenamiento territorial o por lo menos dar unas pautas fundamentales para el proceso de planificación”, agregó Peña.
Finalmente, afirmaron que las comunidades han tenido un papel relevante en este proyecto, sobre todo porque son ellas las que han permitido que se ejecuten los trabajos y estudios, y se han apropiado de todas las soluciones propuestas.
“En el largo plazo lo que queremos es que junto con ellos podamos empezar a seguir protegiendo, nos ayuden más bien a proteger la línea de costa con soluciones sencillas, con intervenciones que desde la misma comunidad se pueden hacer con inversiones relativamente bajas”, puntualizó el profesor Toro.
Este proyecto ha llamado la atención de científicos de la Universidad Nacional de México que han fijado su mirada en este fenómeno y que destacan el proyecto por buscar soluciones basadas en la naturaleza.
