Con una petición creada en línea, los 48 propietarios de apartamentos en el edificio Bernavento, que será demolido el próximo 23 de junio, le pidieron a la Alcaldía que no les cobre los más de 2.000 millones de pesos que cuesta la implosión.
La petición, creada en la plataforma Change, ha recibido el apoyo de más de 2.500 personas en menos de 16 horas. La meta de los creadores es llegar a 5.000 firmas.
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“Somos victimas, fuimos desalojados hace dos años de nuestras casas porque el edificio estaba en riesgo, obligados a asumir cargas para muchos imposibles, a pagar abogados, procesos judiciales, a seguir cancelando servicios públicos, impuestos; algunos a pagar arriendos en otras inmuebles, a pedir posada en casas de amigos o familiares, otros simplemente no tienen donde vivir. Nos agobian las entidades bancarias donde pagamos hipotecas y no nos dan chance de aliviar un poco las deudas, obligaciones económicas asfixiantes”, cuentan los afectados por la construcción.
Tal y como lo dijeron en conversación con EL COLOMBIANO, los afectados reiteraron que la intención de cobrar ese dinero a los propietarios de apartamentos y no a los constructores, significa para ellos una nueva victimización.
“La Alcaldía de Medellín pretende revictimizarnos (...) pretende cobrar y que asumamos el valor económico de la demolición de nuestros hogares, costo que es imposible asumir por nosotros porque no somos los causantes del daño, somos víctimas, personas descapitalizadas, moralmente dañadas, violadas en nuestra buena fe y en nuestra dignidad, el dolor nos consume, nos embarga la tristeza y nos desespera pensarnos en el futuro que debemos emprender.
Por ahora el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, aseguró que los recursos públicos que se destinarán al derribamiento “son producto de un daño generado por particulares y el Estado no puede asumirlos, por lo tanto estamos en la obligación de interponer las acciones jurídicas para buscar recuperar ese recurso”.
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