Esta semana la Sección Segunda del Tribunal Administrativo de Cundinamarca notificó a la Gobernación de Antioquia y a la gerencia de catastro departamental de su obligación de entregar las bases de datos catastrales de los corregimientos de Belén de Bajirá, Blanquicet, Nuevo Oriente y Macondo al Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac). Según los registros de esa autoridad cartográfica, los citados territorios pertenecen al municipio chocoano de Riosucio.
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Ante ese pronunciamiento del ente administrador de justicia capitalino, surgió la duda del porqué fue un cuerpo colegiado del departamento de Cundinamarca el que se encargara de fallar una disputa territorial que implica a los departamentos de Antioquia y Chocó.
Según lo expone David Suárez Tamayo, abogado especializado en derecho constitucional, al ser el fallo del tribunal una respuesta a una acción de tutela interpuesta en contra del Igac, que tiene su sede principal en Bogotá D.C., es procedente que la misma haya sido radicada en la capital del país, por lo que ello derivó en que fuera la subsección D del tribunal la que impartiera justicia en el caso.
Como se puede constatar en el documento del fallo, la acción de tutela 2019-00303, presentada por el municipio de Riosucio y los consejos comunitarios de La Larga Tumaradó, Pedeguita Mancilla, Dos Bocas y la Corporación para el Desarrollo del Chocó de los Consejos “Nelson Mandela”, fue radicada inicialmente en la capital, y de manera previa fue atendida por el Juzgado Cincuenta y Seis Administrativo del Circuito Judicial de Bogotá D.C.
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Los accionados en el documento son la Gobernación de Antioquia, su gerencia de Catastro, el Igac, los municipios antioqueños de Turbo y Mutatá y la Secretaría de Minas de Antioquia. El fallo resolvió asignar al gobierno departamental la labor de entregar la información catastral al Igac en un plazo no mayor de 10 días después de ser notificado, para que a partir de este insumo la autoridad geográfica actualice en los próximos dos años la información catastral de los corregimientos de Belén de Bajirá, Blanquicet, Nuevo Oriente y Macondo, y posteriormente le entregue esos datos actualizados a la administración de Riosucio.