El director de la Red LIN América Latina –que vela por la educación inclusiva–, Carlos José Ramón, denunció este domingo que la aerolínea Easyfly le impidió tomar un vuelo hacia Bucaramanga desde el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín. Esto debido a que, supuestamente, la batería de su silla de ruedas no se podía transportar en el avión.
“Carlos y su acompañante se molestaron ante esta situación de discriminación y de violación de sus derechos, por lo que la Policía hizo que se bajaran del avión”, señala la denuncia en la que detallaron que ambos viajeros se venían transportando sin problema en diferentes aerolíneas desde Bolivia, donde, precisamente, participaban en un encuentro de la Red.
Ante los cuestionamientos que surgieron en redes sociales, luego de que la Fundación A-kasa difundiera un vídeo del momento del hecho –ocurrido antes del mediodía–, la aerolínea dio su versión del suceso, asegurando que hubo un comportamiento indebido por parte de los viajeros.
“Hola, te contamos que el pasajero fue bajado de la aeronave por el indebido comportamiento que tuvo su acompañante y él al indagar nuestra tripulación el material de la batería de su silla de ruedas, afectando la seguridad del vuelo siendo pasajeros disruptivos”, señaló Easyfly en su cuenta de Twitter, en respuesta a uno de los tantos reclamos ciudadanos.
La Fundación A-kasa cuestionó la respuesta, apuntando que con esa misma batería el director de la Red LIN había pasado por 6 vuelos más. “Reclamar nuestros derechos no es un comportamiento indebido, lo indebido es que una aerolínea discrimine a las personas con discapacidad”, aseveró la entidad.
La aerolínea también le aseguró a EL COLOMBIANO que la tripulación le había solicitado al pasajero “llevar la batería de la silla de ruedas en bodega”, pero los viajeros “se negaron” en un diálogo “hostil y agresivo con el capitán y la tripulación”. En contraste, Ramón aseguró en su cuenta de Twitter que el capitán del vuelo lo ignoró “todo el tiempo, mostrando una actitud excluyente” y “abusando de su poder”.
“Easyfly transporta diariamente a pasajeros con condiciones especiales y no se han presentado problemas. El hecho de la mañana de hoy no fue por una silla de ruedas o la batería para llevarla en bodega”, precisó la aerolínea.
Finalmente, luego de no obtener soluciones en el aeropuerto de la capital antioqueña, Ramón tuvo que desplazarse hasta el Aeropuerto Internacional José María Córdova en busca de un vuelo que sí le permitiera viajar con su silla de ruedas. Así mismo, Easyfly aseguró que le fue reembolsado el dinero de los tiquetes.
“Mi cuerpo está cansado y agotado. Espero, de verdad, que algún día la inclusión se vuelva una realidad porque ahorita es todavía una quimera”, aseguró Carlos José Ramón en el último vídeo que se difundió en Twitter sobre la situación.