Estar a la altura de los grandes centros históricos del mundo requiere orden y estética. Por supuesto, el sacrificio y la inversión también fueron necesarios para lograr que Santa Fe de Antioquia tenga un parque digno de admirar y caminar, que la ponga a soñar con estar en el grupo de ciudades patrimonio de la humanidad.
Fue un largo y complejo proceso. Tantos años de turistas y fiestas, además de desarrollo y expansión urbanística, impactaron negativamente en el espacio público, con caos en la movilidad y ocupación informal. La Alcaldía se empeño en recuperar el tiempo perdido y planteó alternativas para despejar el corazón de la ciudad Madre. Las obras comenzaron en enero de 2017.
Saulo Rivera, alcalde de Santa fe de Antioquia, explicó que para tener el parque Plaza Mayor Simón Bolívar y el centro del municipio recuperado y preservado, con jardines y senderos que lo hagan caminable, no hubo necesidad de maltratar a los venteros ni de usar la fuerza pública.
“Se dialogó con los diferentes gremios que lo ocupaban y lo hacían ver desordenado. Allí había más de 30 vehículos, entre chiveros y buses escalera, que ocupaban el espacio público para transportar carga y campesinos a las 42 veredas. También teníamos venteros de comidas con cocinas y neveras que no permitían la circulación peatonal”, explicó.
No solo eso pasaba en la primera capital del departamento. Los árboles del parque eran utilizados para poner transformadores y los mototaxis y parqueados a lo largo y ancho del parque no permitían reconocer la belleza de la iglesia y el palacio municipal.
“Para lograr la reubicación (de vendedores) se alquiló, con opción de compra, la casa campesina, donde además, los comerciantes tienen un lugar de descanso. También se creó una terminal para el transporte público en la Plaza de Mercado”, acotó Rivera.
La Asociación de Fruteros del municipio se quejó por las pérdidas que tuvieron durante su reubicación. Criticaron que la falta de espacio para estacionar y el desconocimiento del nuevo espacio por parte de los turistas, llevaron a reducciones en las ventas de tamarindo, zapote, algarrobo demás productos de la zona.