Covipacífico, el concesionario a cargo de las vías de cuarta generación Pacífico 1, que conectan a Medellín con el Suroeste antioqueño, anunció que ya están terminadas las obras de la Unidad Funcional 2, entre Camilo C y Titiribí, que iniciaron en 2018.
Una vez se ponga en servicio, con la nueva doble calzada, los tiempos de viaje entre Medellín y Manizales se reducirán de 4 horas y media a dos horas y media, y entre La Virginia (Risaralda) y Medellín, de 5 horas y media a 2 horas y 40 minutos, aproximadamente.
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Con la terminación de las obras, se espera que la nueva ruta esté funcionando y al servicio de los antioqueños y de los colombianos en los próximos dos meses, que es el tiempo que tiene la interventoría del proyecto para dar el visto bueno. Sin embargo, si la interventoría tiene alguna observación, el tiempo se podría extender.
Hay que recordar que las dos autopistas que le siguen, Pacífico 2 (Bolombolo-La Pintada) y Pacífico 3 (La Pintada-Eje Cafetero), ya están en servicio; sin embargo, Pacífico 1 aún no ha podido concluir sus frentes y reporta un avance general de obra de más del 97%, según la ANI.
“La conexión con Pacífico 2 y 3, y las concesiones Mar 1 y Mar 2, refuerza la integración del suroccidente, el centro y el norte del país, impulsando la economía regional y nacional al beneficiar a productores, transportadores, comerciantes y turistas con menor tiempo de desplazamiento”, agregaron desde el concesionario en un comunicado.
La obra está dividida en cuatro grandes pedazos o unidades funcionales; de esos cuatro pedazos, solamente la unidad 3, que corresponde al Túnel de Amagá, estaba terminada y en funcionamiento. Mientras que las unidades 1 (Bolombolo-Titiribí) y 4 (Ancón Sur-Camilo C.) tienen avances de más del 95% y están pendientes por adiciones y pleitos con el Gobierno Nacional.
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La noticia es entonces que de esas cuatro unidades funcionales, ya está lista la segunda, de 13 kilómetros. Una unidad que estaba lista para estrenarse desde el 2023, cuando un derrumbe se trajo parte de la montaña con muro de contención incluido.
El derrumbe y la inestabilidad de la tierra en esa zona retrasó la entrega de las obras casi dos años. Inicialmente, el concesionario había propuesto un bypass (un desvío) como solución alternativa al paso. Sin embargo, esa solución no fue aceptada por la Agencia Nacional de Infraestructura, que pidió una respuesta de fondo.
Sin embargo, hacer una solución más compleja se salía del presupuesto y los planes iniciales que tenía el concesionario y ahí empezó un tire y afloje con el Gobierno Nacional que fue el que finalmente terminó ganando, pues al concesionario no le quedó de otra que construir un túnel falso de 100 metros que fue el que se terminó hace pocos días y con el que pudieron ponerle punto final a la obra. Ahora, la premura es que la interventoría de el visto bueno, no solo para que los usuarios empiecen a pasar por la vía, sino para que el gobierno se las pueda pagar a los constructores.
El proyecto completo de Pacífico 1 comprende 50 km de doble calzada, de los cuales 32,2 km corresponden a vía nueva en doble calzada, distribuidos en cuatro unidades funcionales.
La vía entera incluye dos túneles dobles, tres intercambiadores viales y 67 puentes, con una inversión total de $4 billones (precios 2024). Solo en este segundo tramo hay 21 puentes.
Adicionalmente, el concesionario opera y mantiene 18 km de vía entre Ancón Sur y el sector Cuatro Palos en Amagá.
“A pesar de los imprevistos, se han completado todas las obras previstas en el alcance original del contrato y se espera el proceso de verificación correspondiente por parte de la interventoría para habilitar este tramo de la UF2”, concluyeron desde Covipacífico.
Lo que está pendiente
Como se dijo anteriormente, la ejecución de las obras de todo el corredor están en porcentajes de avance muy altos, pero hay un par de cuellos de botella que han dado más lidia de lo esperado.
El primero tiene que ver con un retorno por construir en el sector de Areneras, en Amagá, correspondiente a la Unidad Funcional 4. Ese retorno no estaba contemplado en los diseños ni en el contrato inicial de la obra, pero fue una orden de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, porque consideró que era fundamental para las comunidades aledañas.
Pues bien, para construir ese retorno hay que hacer unos cortes sobre una montaña de unos 110 metros de altura. Para hacer semejante trabajo es necesario, según ha dicho la concesionaria, cerrar la vía durante 20 meses por lo menos 10 horas al día, lo que significaría un golpe al comercio, al turismo y en general a la conexión del Suroeste con el resto del departamento y del país.
Esas condiciones están contempladas desde julio del año pasado, pero desde entonces la Gobernación de Antioquia, los alcaldes de los municipios afectados, Covipacífico y la ANI están tratando de encontrarle otra solución que sigue sin aparecer.
Pero ese es uno de los dos tacos que tiene el proyecto. El otro tiene que ver con dos tramos que conectan las unidades funcionales y que eran inicialmente responsabilidad del Invías (Gobierno Nacional) pero que hasta ahora no ha construido. Son apenas 3,2 kilómetros que, con interventoría y todo, costarían cerca de $800.000 millones de los que no hay noticia.