Los habitantes del municipio de Amagá recibieron el pasado viernes primero de diciembre, un hallazgo arqueológico fundamental para comprender su territorio y conocer la fascinante historia que los precede. En la Biblioteca Emiro Kastos del municipio, se llevó a cabo la inauguración de la segunda sala museo del programa Arqueología Preventiva liderado por Covipacífico como parte de sus acciones en la construcción de la 4G Pacífico 1 en el Suroeste antioqueño. En este espacio se expusieron algunas de las 1.107 piezas ancestrales encontradas en el municipio (1.039 elementos cerámicos y 68 elementos líticos), destacándose el intercambiador de Camilo C como uno de los puntos en donde más se registraron hallazgos.
Según el gerente de Covipacífico, Mauricio Millán Drews, “la iniciativa, que nació con el propósito de contribuir con la protección arqueológica de zonas de influencia de la concesión, ha permitido el hallazgo de más 13.500 fragmentos invaluables, compuestos por cerámicas, herramientas en roca y petroglifos. Específicamente en Amagá, destacamos el descubrimiento de enterramientos humanos localizados en lo que habrían sido funerarias en tiempos prehispánicos”.
Algunos de los elementos encontrados superan los 1.700 años de antigüedad, tratándose de uno de los logros arqueológicos más importantes de la región. Al igual que en Venecia y Amagá, se espera que en los próximos meses se pueda abrir la tercera sala museo en el municipio de Titiribí.
Cabe destacar que en los últimos años, en 19 proyectos viales de cuarta generación construidos o en construcción en el país, se han encontrado 420 sitios arqueológicos. En total cerca de 3 millones de hallazgos entre restos humanos y animales, utensilios, piezas de orfebrería, cerámica, petroglifos, mejor dicho, cientos de huellas de diferentes períodos y que, según los arqueólogos involucrados en los proyectos, está arrojando información y futuras respuestas de una manera sin precedentes en el estudio del pasado en el país.
Quizás el hallazgo más fascinante ubicado en Pacífico 1 es el de una urna funeraria con una bebé dentro, en Bolombolo, de 1.640 años de antigüedad, y muchas pistas y voces del rompecabezas que siempre es cualquier pasado.
El descubrimiento emociona a la comunidad científica de Antioquia, porque es el primer enterramiento de su tipo que se conoce en la región en un periodo situado en el año 300 d.C. y porque tanto la vasija fúnebre, las piezas y los restos de una madre y su bebé estaban completos.
Todo esto ha sido posible, según explicaron desde la vicepresidencia de Planeación, Riesgos y Entornos de la ANI, gracias a que en el modelo concesionado que maneja la entidad para las vías 4G y los proyectos en adelante exige, más que la construcción y apertura de una obra, la administración del entorno en lo social, ambiental, predial y arqueológico.
“En la etapa de factibilidad de todas las obras se realizó un diagnóstico con documentación técnica e incluso desde la oralidad de las comunidades, para determinar preliminarmente el potencial arqueológico que pueda tener el área que será intervenida. En la etapa preconstructiva, de acuerdo a lo encontrado, adelantaron con arqueología preventiva, a desarrollar en dos fases.
Para lograrlo existe una primera etapa de prospección en la que se realizaron pequeñas excavaciones de 40x40 cm para verificar si hay vestigios. Dependiendo de qué se ubique se formula el plan de manejo arqueológico con el cual se hacen actividades de rescate de piezas y excavaciones a mayor escala, siempre, con la presencia y aprobación de un arqueólogo con licencia del Icahn (Instituto Colombiano de Antropología e Historia) y quien coordina la disposición de los hallazgos; su lugar de custodia y las investigaciones pertinentes.
Según Juan Manuel Díaz, coordinador del Grupo de Arqueología del Icanh, la intervención a gran escala del territorio que emprendieron los proyectos 4G corroboraron lo que ya la evidencia disponible sugería hacía décadas y es el “enorme potencial arqueológico que tiene todo el país”.
El experto señala que Colombia hoy cuenta con un volumen de hallazgos en tan corto tiempo, así como material con valor excepcional, gracias al rigor del Instituto para hacer cumplir los Programas de Arqueología Preventiva y Planes de Manejo Arqueológico, y “crear sinergias con las entidades que intervienen el territorio para que, en lugar de verlo como una piedra en el zapato, se vea como un todo en el que es vital la labor arqueológica”.
Esto dicen algunos hallazgos
En parte del Suroeste y hacia el Eje Cafetero, en Pacífico 3, que se integra a las conexiones 1 y 2, se concentra un corredor emblemático de esta labor arqueológica, según cuenta Morales.
“En conjunto, los hallazgos nos han entregado información muy reveladora sobre los diferentes movimientos de comunidades entre Antioquia y el Eje Cafetero y casi que hasta el Valle del Cauca”. En el Suroeste antioqueño se han recuperado vestigios de períodos prehispánicos, coloniales y republicanos.
Según Díaz, tendrá que pasar un tiempo para que los análisis entreguen respuestas concluyentes. Lo cierto por ahora, en concepto del experto, es que tanto por la cantidad de material, como la consistencia y la amplitud de las áreas objeto de investigación y excavaciones, se puede anticipar la posibilidad de reconstruir en detalle aldeas y diversos asentamientos humanos; rituales fúnebres y prácticas sociales.
En total fueron encontrados 1.039 elementos cerámicos y 68 elementos líticos. FOTO: CORTESÍA COVIPACÍFICO