El representante a la Cámara por Independientes, partido de Daniel Quintero, apareció en un libro como psicólogo de profesión, cosa que es totalmente falsa; él dice que se trató de un error.
Por segunda vez, el congresista Alejandro Toro se ve cuestionado por presuntas inconsistencias en sus estudios. Aunque, la primera vez se debió a información incorrecta que registró el Congreso de la República en su página web, donde se aseguraba que era estudiante de una institución en la que ni siquiera tenían noticias de él, esta vez aparecen diferentes estudios en un libro escrito por él y editado por una de sus empresas.
El congresista Alejandro Toro, del partido Independientes y allegado al exalcalde Daniel Quintero, protagoniza otra polémica, esta vez por su libro titulado “Paz y Punto”, que se editó en 2015.
Según la página donde aparecen los créditos, Toro es “Restaurador de sueños”, “psicólogo y comunicador”. Además, fue conferencista y ejecutor de proyectos y de empoderamiento en comunidades vulnerables. EL libro fue publicado y editado por Ediciones FIPU, que es la Federación Internacional de prensa de los Pueblos, una empresa de su propiedad y que ya ha sido reseñada por sus contratos con Telemedellín durante la saliente administración.
¿Egresado de universidades?, ¿en qué año se graduó?, ¿cuantos años lleva con este engaño?, se preguntó el veedor ciudadano Daniel Salazar en redes sociales, al presentar la portada del libro y el pie de página donde aparecían los supuestos logros académicos del congresista.
Toro le dijo a Caracol Radio que se trataba de un error de interpretación de la editora del libro, es decir, que lo graduaron porque pusieron dos carreras que no había estudiado.
“Yo le había dicho que había estudiado 9 semestres de pedagogía reeducativa y entonces ella puso psicólogo. No es comunicador social es periodista, porque en Colombia no se necesita estudiar la carrera de periodismo, lo ha dicho la Corte Constitucional pero el día de hoy uno tiene que certificar que ejerce el oficio y yo lo ejerzo, he escrito artículos”.
De acuerdo con la información depositada en el libro, este fue publicado por FIPU en 2015. Al revisar en el Registro Único Empresarial (RUES) aparece que fue matriculada en 2018, debido a varios inconvenientes relacionados con la información depositada en 2017. Es decir, el representante olvidó contar que dicha editorial, donde se publico la información falsa sobre él, es de una empresa de la que él fue presidente.
Según el expediente de FIPU, Toro fue elegido presidente y representante legal en 2018, cuando se constituyó la Federación privada en la Cámara de Comercio de Medellín, además lo hizo acompañado de Juan Pablo Morris, hermano de Hollman Morris, actual subgerente de RTVC y amigo personal del presidente Gustavo Petro. No hay registro previo de dicha organización.
FIPU fue contratista de la Alcaldía de Medellín durante el gobierno del exalcalde Daniel Quintero. Firmó siete contratos entre 2020 a 2022 con Telemedellín por más de $167 millones en publicidad de la Alcaldía. Su tesorero Ferney Toro también fue contratista con la Alcaldía de Medellín en 2021 y 2022.
Como lo denunció EL COLOMBIANO, FIPU hace parte de las empresas que tuvieron contratos entregados a dedo por supuesta publicidad inexistente. Las redes sociales de FIPU y página web se encuentra inactivas .
No es la primera vez que EL COLOMBIANO denuncia inconsistencias en los títulos académicos del representante. Según la información oficial publicada por el Congreso de la República en su página web, era estudiante del Politécnico Jaime Isaza Cadavid. Tras varias consultas se estableció que dicha información era falsa, lo que arrojaba que Toro era un estudiante fantasma.
Sin embargo, luego de publicada la historia, la oficina de comunicaciones del Congreso de la República admitió que había cometido un error en la información divulgada, pues el representante Toro no era estudiante del Politécnico Jaime Isaza Cadavid sino del Politécnico Grancolombiano.
EL COLOMBIANO se intentó comunicar con Toro por medio de su equipo de comunicaciones, pero no ha habido respuesta alguna hasta la publicación de este artículo.
