Si 2018 fue el momento crítico y 2019 fue el año para empezar a salir a flote, 2020 se vislumbra como la oportunidad para que Hidroituango se enrute en su camino original.
El 28 de abril de 2018, cuando alcanzaba el 87 % de su construcción, se registró el colapso de la Galería Auxiliar de Desviación (GAD), lo que marcó el comienzo de una contingencia sin precedentes que puso en vilo al más grande proyecto hidroeléctrico en la historia de Colombia.
Después de 21 meses de ocurrida la emergencia, que a la fecha ha generado un costo adicional de $3,9 billones, el panorama es positivo. El año pasado se cumplieron siete tareas claves en la recuperación de la megaobra, tales como la clausura de las dos compuertas de captación (16 de enero y 5 de febrero), el cierre de las dos compuertas de la GAD (21 de mayo y 18 de diciembre), culminación de la presa y apertura de la vía que pasa por encima (19 de julio y 8 de noviembre), además del aval para levantar la alerta roja aguas abajo (26 de julio).
“Sumado al avance en la casa de máquinas, nos da la posibilidad de decir que en seis meses tendremos un proyecto enrutado en su desarrollo normal”, afirmó William Giraldo Jiménez, vicepresidente de Proyectos de Generación de Energía de EPM.
Un semestre al galope
Giraldo añadió que si se cumplen seis hitos (ver recuadros) en la primera mitad del año, en julio se podrá asegurar que el Consorcio CCC Ituango y EPM retomaron el control de la futura hidroeléctrica.
“Son seis meses definitivos para tener completo control de las situaciones que todavía se nos presentan y pueden crearnos alguna alteración en el normal devenir”, informó.
Añadió que si el cronograma no se altera, EPM pedirá retirar la alerta naranja que aún está vigente por la amarilla o levantarla definitivamente, si así lo considera la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo. El compromiso adquirido para producir energía con el primer generador vence el 1 de diciembre de 2021.
Prioridad en nuevo gobierno
“A Hidroituango lo vamos a sacar adelante”. Esa frase la ha repetido varias veces Daniel Quintero Calle desde que fue elegido alcalde de Medellín.
El 6 de noviembre, una semana después de ganar las elecciones, dijo, sin embargo, que “sacarlo adelante tiene que tener una responsabilidad sobre lo que pasó y sobre las decisiones que hay que tomar hacia adelante”.
El 3 de diciembre, en una visita al proyecto, dijo que “estamos aquí para reconocer a todas las personas que han venido a hacer una tarea, que le han puesto el alma, corazón y vida por Hidroituango y EPM, y a ponernos nosotros también al servicio de esta obra”.
En su posesión, el 1 de enero, repitió una vez más la frase y un día después, en el juramento de Álvaro Guillermo Rendón López como gerente de EPM y líder del Grupo EPM, declaró que poner en funcionamiento la megaobra es el principal desafío de Rendón.
“A Hidroituango lo tenemos que sacar adelante, es el proyecto de infraestructura más grande del país. Medellín y Antioquia están ante un reto importante en la historia y será clave cumplir ese propósito”, sostuvo.
El nuevo gerente, en su posesión, le respondió a Quintero: “tenga la certeza que la vamos a sacar adelante”.