Hay crímenes que parece que solo ocurren en las novelas y programas de ficción, pero este caso confirma que también suceden en la vida real. Después de meses de investigación, la Fiscalía General de la Nación capturó a Julieth Múnera Cataño, en medio de un operativo que se llevó cabo en el barrio Altos de Niquía, en Bello.
Múnera Cano, de 33 años, era la pareja sentimental de un hombre que el pasado 1 de marzo se encontraba departiendo en un establecimiento comercial del barrio Robledo, cuando fue atacado con arma de fuego por un sicario que huyó en una motocicleta. Solo bastaron unos días de investigación de este homicidio para que los investigadores de la Fiscalía comenzaran a centrarse en la mujer que hasta ese momento había sido la pareja de la víctima.
Según señaló el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa Mejía, las pistas que tiene la Fiscalía arrojaron que la mujer planeó metódicamente el crimen de su pareja con el único objetivo de quedarse con sus bienes. “Según la investigación, Múnera habría planificado este crimen para apropiarse de los bienes de su expareja y cobrar también un seguro de vida por valor de 350 millones de pesos”, aseveró el secretario de Seguridad de Medellín.
Con el material probatorio suficiente para vincularla como el cerebro detrás del crimen, un juez ordenó la captura de la mujer que finalmente se realizó en el periférico barrio de Bello. Cuando los uniformados llegaron hasta la casa donde se encontraba, Múnera Cataño tenía en su poder un arma de fuego con cinco cartuchos y 35 proyectiles calibre 38, según precisó Villa.
Pero la mujer no fue la única persona capturada para que responda por este homicidio. En otro operativo adelantado en el barrio El Salvador fue capturado Juan Camilo Zuluaga López, un hombre de 30 años de edad, quien es señalado por las autoridades de conducir la motocicleta en la que escapó el sicario.
Los procesados no aceptaron los cargos imputados por la fiscalía por los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego de defensa personal.
Este es el segundo caso que se conoce de una mujer señalada de ordenar el homicidio de su pareja en Medellín para cobrar un seguro de vida. El pasado mes de junio fue capturada María Inés Medina Rojas, por presuntamente haber contratado junto con su amante, Octavio Medina Castrillón, a un sicario que llegó desde Soacha, Cundinamarca, con el único fin de asesinar a Juan Carlos Aguirre, pareja de Medina Rojas. El sicario, de nombre Luis Eliécer Grisales, llegó a la ciudad con su pareja Diana Johana Meneses y juntos atacaron al hombre que cuando salía de su casa en el barrio Buenos Aires para ir al trabajo. Grisales lo persiguió para rematarlo y luego huyó en una moto que conducía la mujer.
Los investigadores encontraron que tras el homicidio, Medina Rojas solicitó hacer efectivo un seguro de vida y la reclamación de un auxilio funerario de la víctima. Todas las pruebas se hallaban en un computador y en varios celulares, material suficiente para enviar a la cárcel a la mujer, a su amante y al sicario y su pareja.