Pese a la reactivación de industrias, comercios y actividades sociales en el Valle de Aburrá, las finanzas del Metro de Medellín siguen en rojo, porque todavía no logra movilizar el número de pasajeros necesarios para llegar a un punto de equilibrio entre ingresos y gastos. Su gerente, Tomás Elejalde, habló con EL COLOMBIANO. Pronosticó las pérdidas al cierre del año y dijo que, si no llegan subsidios y congelamiento de la deuda por parte de los gobiernos nacional, locales y regionales, “está en riesgo el futuro de la empresa”.
Elejalde también cuestionó los cambios de comportamiento de muchos habitantes que pasaron al carro particular, afectando la movilidad de la región y dejando de lado al metro. Y, ante los rumores de su posible salida del cargo, descartó que el sistema se quede sin su mando.
¿Ya se reactivó el Metro de Medellín?
“El metro no ha entrado en la fase de reactivación y es posible que nos quedemos atrás, por el cambio de hábito de movilidad en la región, porque muchas personas están usando la bicicleta, caminando o compraron un vehículo. A eso súmele el teletrabajo, el desempleo y el hecho de que no se han reactivado las universidades. Esperamos tener al final del año pérdidas cercanas al 15 % de los ingresos habituales. Si se hace un promedio del día, nosotros hoy solo estamos transportando el 70 % de los viajeros que transportábamos antes de la pandemia. En cifras, antes transportábamos 1.700.000 pasajeros y hoy 750.000, en cada día laboral, de lunes a viernes. Esto significa que no tenemos aún la cifra que nos permita un punto de equilibrio y estamos perdiendo entre 400 y 500 millones de pesos diarios en ingresos”.
¿Significa que este año no llegará el punto de equilibrio?
“Pronto podremos llegar, pero eso no significa recuperación, significa que dejaremos de perder. Las pérdidas de 2020 y 2021 no son recuperables, los kilómetros que se recorrieron con vagones vacíos ya pasaron, las personas que no viajaron en abril del año pasado no van a viajar ahora”.
¿Cuántos meses pasarán para el punto de equilibrio?
“Dependerá de la reactivación, la llegada de estudiantes, los índices de desempleos y si hay más picos de la pandemia”.
O sea, ¿más factores externos que certezas alrededor del punto de equilibrio?
“Totalmente cierto. Estamos dependiendo del comportamiento de la economía y
la pandemia”.
Usted dice que cambiaron hábitos de las personas de esta región, ¿qué identificó?
“Hay cambios positivos y negativos. Los primeros son los de las personas que usan medios sostenibles: caminar, la bicicleta, compartir el vehículo o ir en taxi. Pero, hay otros en contravía del medio ambiente y la congestión en la ciudad: muchas personas están comprando carro, eso reactiva la economía, pero ya estamos viendo los problemas de congestión. Estamos llegando a 1.700.000 vehículos en la región metropolitana que definitivamente no caben en la infraestructura disponible y, medidas de control como pico y placa, se quedan cortas. Por eso pedimos escalonar los horarios, no podemos seguir saliendo todos a la misma hora, a congestionar la ciudad, incluido el metro”.
Precisamente, la gente en las llamadas horas pico ve el metro lleno...
“Las horas pico no cambiaron en nada con la pandemia. Son en la mañana, entre las 6:00 y las 7:30, de la estación Niquía a Bello, solo de Norte a Sur, porque si alguien a esa misma hora se monta en el otro sentido o a otras horas, ve el metro vacío. Por la tarde se presenta el fenómeno espejo: las estaciones del Sur tienen gran demanda al norte, entre 4:30 y las 6:00 de la tarde”.
¿Qué proyectos se harán este año y cuáles se aplazaron por falta de plata?
“Finalizando 2021 estará modernizado todo el sistema de semaforización en la línea A, que nos permitirá mejorar frecuencias y una garantía de 2 minutos y medio (hoy es de 3) como intervalo entre trenes. También estamos protegiendo la modernización de la flota de trenes que tiene 27 años de estar operando, los trenes originales. Pero, íbamos a construir la pasarela de la estación Caribe y no tenemos los recursos, tampoco para la ampliación de otras estaciones. Vamos a tener que recurrir a subsidios de los gobiernos nacionales, locales y regionales y a estrategias como el subsidio directo que permitiría recibir un aporte del gobierno del 50 % de las pérdidas o ingresos dejados de percibir en pandemia y el otro es la suspensión temporal del acuerdo de pago de la región con la Nación, de la obra del metro de Medellín”.
Traduzcamos eso a cifras. ¿Cuánto sería el subsidio que los gobiernos deberían darle al metro?
“Empecemos por los ingresos dejados de recibir: un fondo superior a los 500.000 millones de pesos, porque hemos dejado de percibir alrededor de 360.000 millones de pesos en 2020 y otros 355.000 es el estimado a fin de este año. Eso significa que teníamos que tener alrededor de medio billón de pesos de ahorros que no los tenemos y que son los que garantizan la sostenibilidad y modernización del metro”.
A propósito, ¿qué ha pasado con la solicitud al gobierno para suspender el cobro de la deuda de la construcción del metro?
“Logramos la suspensión temporal por el año 2021, pero no por todo el año como hubiera sido lo deseable, solo logramos alrededor de entre 30.000 y 40.000 millones de pesos de recursos de esa suspensión, que es la mitad de lo que pensábamos obtener. Hoy estamos pidiendo que se prorrogue esa suspensión por dos años. Estamos preocupados porque la situación de crisis”.
¿Está en riesgo la operación del Metro de Medellín?
“Si no llegamos al punto de equilibrio la operación está en riesgo. Hoy estamos poniendo en peligro el futuro de la institución. Si no obtenemos los alivios y subsidios está expuesta la modernización y tener que sobrevivir con el día a día”.
¿Qué de la operación está en riesgo?
“Esperamos poder defender a capa y espada la calidad del servicio y la Cultura Metro, pero están en riesgo los planes de modernización y las mejoras de infraestructura y de trenes”.
¿Y la tarifa?
“Nosotros no somos responsables de subir o bajar las tarifas, dependemos de la autoridad para la operación tarifaria”.
Pero hacen recomendaciones...
“Nuestra voz no es tenida en cuenta, si así fuera, tendríamos una mayor estabilidad financiera. Nosotros hacemos recomendaciones y, como todos los años, hoy no podemos pensar en aumentos superiores al salario mínimo legal, ojalá pudiera ser más, pero eso lo tendrá que decidir la autoridad”