La abogada y politóloga María Bibiana Botero ajustó este mes un año al frente la presidencia ejecutiva de Proantioquia, la fundación que reúne a 63 organizaciones del sector privado antioqueño y que desde hace más de 47 años trabaja por convocar a la academia, el sector público y los empresarios para impulsar el desarrollo.
En medio de un periodo complejo, marcado por los problemas económicos y sociales que agudizó la pandemia, y la desarticulación público-privada que ha dejado el convulso panorama político de Medellín, Botero llegó a liderar una de las instituciones claves del departamento.
En diálogo con EL COLOMBIANO, la presidenta ejecutiva hace un balance de su primer año de gestión y habla sobre las principales estrategias que ha encabezado, que van desde profundizar el espíritu de puertas abiertas de esa organización, hasta poner en el primer renglón una agenda por la equidad de género.
Entre otros anuncios, la líder cuenta en primicia que la institución está lista para lanzar el capítulo Antioquia del modelo Cómo Vamos, que promete revolucionar a un nivel departamental el estudio y el seguimiento a las políticas públicas.
Los últimos años han sido bastante complejos para el sector empresarial del departamento. ¿Cómo es el panorama que usted se encontró cuando llegó a la organización?
“Este primer año en la presidencia ejecutiva de Proantioquia me ha permitido comprender que Antioquia es realmente una región muy importante en lo que aporta al país y muy grande en retos. Este periodo me ha servido para comprender eso y comprender la potencia que tiene una institución de 47 años”.
¿A qué temas se la ha dado prioridad en este 2022?
“Lo primero es que durante el último año trabajamos para que Proantioquia fuera una institución de puertas abiertas. Esta es una institución en la que cabemos todos los que queramos trabajar por el esplendor de esta región. Los jóvenes, líderes culturales, sociales, regionales, entre otros, aquí son bienvenidos.
Durante este año hemos tenido también nuevos afiliados, hoy ya somos 63 afiliados y hemos ingresado a nuevos representantes del tejido empresarial antioqueño. Resalto también el trabajo que venimos realizando en formación de nuevos liderazgos. Hace poco lanzamos la segunda cohorte de Liderario, que es una convocatoria abierta a la que se presentaron 317 nuevos líderes de ocho de las nueve subregiones de Antioquia. Durante el 2022, fieles a lo que ha sido esta institución, hemos cuidado lo público. Nosotros sentimos por convicción y misión que incidir en lo público es clave, porque es de todos, nos convoca a todos”.
Bien cómo usted plantea, la organización tiene 47 años de existencia, y, en cierta medida, el número de las organizaciones que la conforman no había crecido significativamente. ¿Cómo ha sido ese proceso de apertura?
“Proantioquia siempre ha tenido la fortuna de tener unos afiliados muy comprometidos. A lo largo de los 47 años el compromiso de las empresas antioqueñas con la institución ha sido impresionante. Recientemente sí hubo una decisión de recoger a ese nuevo tejido empresarial, otras voces de emprendedores, líderes y empresas que no hacían parte de la institución, pero que comparten su ADN. Para nosotros ha sido muy satisfactorio ver la recibida que eso ha tenido”.
Dentro de esas nuevas estrategias también está extender el modelo Cómo Vamos al departamento. ¿Cómo es eso y que otros proyectos tienen?
“Es muy satisfactorio para nosotros contar que seremos el primer departamento en tener un programa Cómo Vamos. Antes de finalizar el año vamos a hacer la firma. Ya tenemos la aprobación del comité nacional. Dentro de los proyectos que tenemos y que vienen, también es importante mencionar el objetivo de crear un clúster de la industria del entretenimiento, de esas nuevas economías que tienen que ver con las industrias creativas. Viene también un centro de innovación rural, que será algo muy importante y que permitirá el desarrollo en las subregiones. Afortunadamente siempre estamos pensando en qué sigue”.
Otro factor que es importante mencionar es el contexto político local. Usted planteaba hace un momento que Proantioquia ha sido una organización que congrega al sector privado, que justamente ha estado en el centro de una desarticulación entre lo público y lo privado, específicamente en Medellín. ¿Cómo ve eso?
“Nosotros estamos convencidos que el sector público no puede ser el único responsable de solucionar los problemas que tenemos. Estamos convencidos que el sector privado tiene mucho que aportar en la solución de los problemas públicos. Eso es clave, porque de ahí parte una institución como Proantioquia. A lo largo de 47 años hemos estado en esa conversación, que ha convocado al sector privado, la academia y las organizaciones sociales. Este es un modelo que muchos han querido atacar, decir que no ha funcionado, pero yo creo que es un modelo que, junto con la buena práctica de la planeación, han sido las dos características que han permitido que esta región llegue a donde ha llegado.
Ahora, en el caso de Medellín, han sido unos años complejos claramente, los indicadores sociales van en reversa, el deterioro evidente de la ciudad en términos de infraestructura vial y de ornato, hambre, pobreza, desigualdad. Nosotros hemos estado presentes, porque el cuidado de lo público es algo que nos preocupa. Ahí también quisiera resaltar el trabajo que ha hecho Medellín Cómo Vamos y la Veeduría Ciudadana Todos Por Medellín”.
Una de las apuestas en las que se ha profundizado es cerrar las brechas de género en el departamento. ¿Qué encontró cuando llegó y que se ha hecho?
“El compromiso por la equidad de género empieza desde nuestro equipo directivo, en el que hay muchas mujeres. Lo segundo es que hemos sido abanderados del tema de la equidad de género, somos firmantes de lo que se conoce como el Club del Treinta, que es el compromiso del país con que al menos el 30% de las organizaciones tengan mujeres en sus juntas directivas. Además tenemos unos programas específicos en temas de equidad de género, llámese una alianza por el empleo, que tiene un enfoque claro en mujeres, pero también tenemos el programa Emprender Mujer, dirigido a emprendedoras. Con Comfama también tenemos en alianza el programa Mujeres Líderes, que busca que mujeres que ya ocupan posiciones de liderazgo le hagan mentorías a mujeres que vienen en su proceso de formación de líderes. Tenemos un compromiso genuino y un convencimiento absoluto de la importancia que tiene la equidad de género. Además un convencimiento de que este no es un tema solo de mujeres, es un asunto de sociedad”.
Con base en ese panorama, ¿qué perspectiva le queda de cara a lo que sigue?
“Me gustaría cerrar diciendo que para mí liderar Proantioquia ha sido un privilegio, como un curso de liderazgo si se puede decir, de una institución de 47 años con el capital social, la voz, la legitimidad que tiene. Eso ha sido muy importante, porque esta ha sido una posición privilegiada para poder escuchar voces distintas, mirar los problemas desde un aspecto distinto y una plataforma que permite hacer que las cosas pasen”.
