Pueblo Viejo es un corregimiento de La Estrella tan apetecido, que varias casas de lujo aparecen en sus laderas. Sin embargo, gran parte de sus calles están destruidas, surcadas por zanjas mal tapadas que han generado accidentes y emergencias.
El panorama se explica por el abandono de las obras del Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado que desde 2021 se pensaba hacer allí y que hoy, según reportes internos, apenas alcanza un avance del 5,9 %, con una ejecución presupuestal del 26 %.
Esta obra, que beneficiaría a 35.000 de los 67.000 habitantes del municipio, puso a sacar pecho en su momento al alcalde Juan Sebastián Abad y a sus jefes políticos liberales, los congresistas Julián Bedoya y Juan Diego Echavarría, quienes se adjudicaron las gestiones ante el Ministerio de Vivienda de Iván Duque para conseguir los casi $90.000 millones que cuesta el proyecto.
¿Todo mal desde el inicio?
De acuerdo con lo expresado por la comunidad, las obras del Plan Maestro comenzaron su ejecución el 3 de mayo de 2021 por medio del consorcio GyA 2020, conformado por Gerencia Integral y Servicios en Construcción S.A.S y la Asociación de Municipios del Norte Antioqueño (Amunorte).
El proceso de contratación del Plan no estuvo exento de polémica ya que, como lo muestran los documentos del Secop, la Procuraduría Regional de Antioquia le pidió a la Alcaldía el 25 de noviembre de 2020 que suspendiera la licitación y ajustara las condiciones a la realidad del mercado, pues la experiencia solicitada era muy baja para la magnitud del proyecto y los indicadores financieros no eran congruentes con los trabajos. La Alcaldía acató la decisión el 30 del mismo mes y por espacio de tres días.
Aún así, el 7 de diciembre del mismo año solo se presentó GyA para ejecutar el ambicioso proyecto. En enero de 2021 se firmó el contrato a través de la secretaria de Obras, Ana María Ríos Restrepo. Tras la firma, se le dio al consorcio el 30 % del valor del contrato –cerca de $26.000 millones– como anticipo.
No obstante, desde el inicio de las obras hubo problemas por la forma como GyA estaba ejecutándolas. “Lo que observábamos era que los obreros del consorcio no estaban capacitados y que además se veía que los temas de ingeniería no estaban bien ejecutados”, señaló un líder de la zona.
Otra queja de la comunidad es que el consorcio optó por abrir varios frentes de trabajo cometiendo los mismos errores y sin contemplar elementos tan básicos como señalización o implementación de senderos peatonales.
Según los vecinos, con esta estrategia, las cuadrillas no cumplían ni con plazos ni términos establecidos de las obras, por lo que en muchas partes de Pueblo Viejo hasta hoy las calles quedaron vueltas fangales.
“En estos dos años el contratista ha hecho las obras mal, y ya se escudan en unos problemas de diseño y obras de EPM que solo tuvieron en cuenta cuando empezaron a intervenir. Pero había estudios previos por más de $2.000 millones justamente para evitar eso. Por eso no entiendo su excusa”, agregó el líder local.
Se extiende el problema
Pero Pueblo Viejo no es el único territorio “tarjado”. El panorama se repite por las vías de sus veredas La Bermejala y La Tablaza, también afectadas por las obras de GyA.
Tras las intervenciones del consorcio, en La Bermejala se han presentado dos emergencias. Una de ellas fue un derrumbe que afectó el acueducto veredal dejando a 1.400 personas del sector sin agua por dos días. Durante ese lapso, según la comunidad, ni GyA ni la Alcaldía aparecieron para solucionar el problema. “Al acueducto veredal le tocó poner de sus propios recursos para solucionar el daño”, se quejaron en esta zona.
El desorden de GyA fue tal que, según un informe que la interventoría le mostró a la comunidad, los obreros del Plan habían radicado cerca de 500 quejas por irregularidades en su contratación y en las condiciones en las que debían realizar las obras, muchas veces sin materiales suficientes.
“En noviembre de 2021 hubo huelgas de los obreros porque no les estaban pagando. Y en vez de venir el consorcio a cuadrar con ellos, vino fue la Alcaldía”, añadió otro líder quien agregó que las calles de La Bermejala están afectadas en un 80 % por las obras.
¿Más dinero a las obras?
Otra cosa que tiene preocupada a la comunidad es que pese al adelanto de casi $26.000 millones; luego de dos años el porcentaje de la obra no llegue ni al 10 % por lo que muchos sospechan de malos manejos económicos. Aún así, el alcalde estaría buscando más recursos para inyectarle.
“Otra vaina es que GyA decidió ceder la realización de las obras, pero por el desorden y el tema del presupuesto ningún consorcio quiere retomarlas. Es decir, no hay plata. Aún así, el 4 de agosto el alcalde pidió un empréstito por $10.000 millones al Concejo para seguir con el Plan Maestro”, contó otro líder comunitario.
Además, desde el pasado 29 de abril las obras se pararon por parte de la Alcaldía para determinar la verdadera gravedad del asunto. El cese era de un mes, pero la misma administración municipal lo prorrogó hasta el próximo domingo 28 de agosto.
EL COLOMBIANO contactó al consorcio GyA 2020 en su sede en el frente de las obras y telefónicamente para conocer su postura frente al tema. Igualmente hicimos lo mismo vía WhatsApp con la interventoría de la obra –a cargo del Consorcio Interventores–, sin embargo, al cierre de esta edición no fue posible lograr una respuesta de las dos empresas mencionadas.
Por su parte, el alcalde de La Estrella le dijo a este diario que en el momento se hallaba en Bogotá en diálogos con la nueva ministra de Vivienda para aclarar varios puntos de las denuncias publicadas por varios medios sobre el acueducto. Además, el alcalde Abad también buscaba alternativas sobre la viabilidad del proyecto.
El mandatario se comprometió a dar una entrevista con este diario para resolver las dudas de la comunidad.
Mientras tanto, en sectores de Pueblo Viejo, La Bermejala y La Tablaza la comunidad sigue sin agua potable, sin un buen alcantarillado y con las calles reventadas. ¿Aparecerán los congresistas Bedoya y Echavarría a dar la cara a la comunidad para dar soluciones? .