Las últimas tres habitaciones de la vivienda de Astrid Elena Córdoba Hernández quedaron completamente destruidas y calcinadas por cuenta del siniestro de la aeronave registrado este lunes en el barrio Belén Rosales, el cual se llevó ocho vidas. La suya no se vio en riesgo porque una hora antes del suceso se había ido al parque de Belén a hacer compra de víveres para su hogar.
“Salí a las 9:15 al parque de Belén y me di cuenta porque la vecina me llamó, porque no me veían salir. Me dijeron que se estaba quemando mi casa. Me sorprendí porque no dejé nada conectado. Me dijeron que mi casa se había incendiado, que había en una tragedia”, relató la mujer, quien vive con otros dos familiares en la propiedad ubicada en un tercer piso.
Cuando se devolvió a toda velocidad a su casa, con apenas algunos víveres comprados, se encontró con que su morada estaba ardiendo y llena de bomberos que buscaban apagar el fuego.
Pero de su casa poco se salvó. Además de los daños estructurales que ordenaron su evacuación todo lo que tenían en estas habitaciones quedó destruido por el fuego. “Además, las otras edificaciones vecinas quedaron como regulares”, relató la mujer, quien es ama de casa y apenas ha logrado pasar el susto por lo sucedido.
Destacó que las otras dos viviendas de los pisos inferiores no sufrieron mayores afectaciones. Contó que en el segundo piso viven un grupo de estudiantes, mientras que en el primero reside una familia. “A ninguna de estas casas les pasó nada”, dijo.
Ella forma parte del grupo de 17 personas que fueron evacuadas por el Dagrd mientras se evalúa el estado de las cuatro propiedades más afectadas y se determina si estas deben ser repotenciadas.
Desde que ocurrió la emergencia, Astrid Elena ha sido encuestada en varias oportunidades. “Desde la Alcaldía me han tomado muchos datos, pero no he estado con disposición”, manifestó.
Con resignación acepta que debe dejar su casa, aunque con la tranquilidad de saber que tiene mucha gente que le da techo, a la espera que respondan por ella, aunque dice que no espera que sea pronto. “Tengo mucho para donde irme, donde mis hermanos o algunos amigos”, concluyó.