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¿Por qué los extranjeros quieren aprender español en Medellín?

Estudiar un segundo idioma se suma a los intereses de los visitantes que llegan a la capital antioqueña. Esta es la radiografía.

  • En univerisades como Eafit, cada semana programan encuentros de conversación en español para los estudiantes. FOTO jaime pérez
    En univerisades como Eafit, cada semana programan encuentros de conversación en español para los estudiantes. FOTO jaime pérez
  • ¿Por qué los extranjeros quieren aprender español en Medellín?
  • ¿Por qué los extranjeros quieren aprender español en Medellín?
19 de noviembre de 2018
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Que el turismo comience en los sitios de interés de la capital antioqueña y pase a las aulas de clase es una tendencia que cada vez toma más fuerza.

Universidades como la de Antioquia, la Medellín, la Nacional, Eafit y la Pontificia Bolivariana han incluido en su oferta académica programas de enseñanza de español para extranjeros. A estas instituciones se les suman otras escuelas especializadas, como es el caso de Tucán, un centro de enseñanza con seis años de funcionamiento.

Pero, ¿qué hace a Medellín atractiva para esta tendencia?

René Manderscheid, de Alemania, y George Fallaires, de Estados Unidos, se aventuraron a escoger la capital antioqueña como su escuela para el español. Además, coinciden en otro aspecto: el acento “paisa” es uno de los atractivos para quedarse en la ciudad y mejorar su idioma.

Luis Cifuentes, filólogo y docente de español para extranjeros, plantea que el clima y el costo de vida de la ciudad son otros ítems que posicionan a la ciudad en el exterior.

Una apuesta de la academia

El incremento de visitantes a Medellín, en especial, por intercambios y negocios, representó un reto para las universidades locales.

Así lo planteó Jaime Alberto Naranjo, director de Idiomas de la Universidad Eafit, quien contó que la institución tuvo que atender un grupo de japoneses que prestaba asesoría interna, para lo cual se necesitaba que alcanzaran un manejo básico del idioma.

A partir de ese requerimiento, se creó un programa que hoy registra un promedio de 700 estudiantes matriculados por año.

El caso de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) fue similar. Gustavo Jaramillo, jefe del Centro de Lenguas, dijo que en la UPB el programa se ofrece desde 2006, aunque el centro de idiomas recibía desde antes extranjeros interesados en aprender o mejorar su manejo del español.

“Muchos se matriculaban inicialmente por uno o dos meses, los primeros ciclos, pero terminaban quedándose para culminar el proceso”, añadió Jaramillo.

El docente contó que cuando comenzó el programa, se matricularon 60 estudiantes y hoy, en promedio, se inscriben 200 por año.

“Esta cifra puede cambiar por varios factores, entre ellos el de la movilidad académica. Los estudiantes pueden ser turistas que llegan a la ciudad para conocerla y luego se interesan por aprender o mejorar el idioma, o jóvenes que se matriculan en los cursos a través de los convenios existentes entre las universidades locales y las extranjeras”, precisó Jaramillo.

En la Universidad de Antioquia el programa funciona de manera diferente. Este, explicó Martín Jiménez, coordinador del Programa Multilingua, está dirigido a residentes extranjeros que ya están asentados en la ciudad y que quieren, por razones laborales, perfeccionar el idioma.

Tanto Naranjo como Jaramillo mencionan que los visitantes de países anglosajones son los más frecuentes en sus academias, aunque en los últimos años ha crecido el número de ciudadanos que llegan de Vietnam, Indonesia, Alemania, Ghana y países suramericanos, entre otros.

Enfrentarse al estigma

En la décadas de los 80 y 90, la compleja situación de orden público que vivió Medellín por cuenta de fenómenos como el narcotráfico, alejó a los visitantes de la ciudad.

Luego, con las transformaciones en infraestructura e inversión social, disminuyó parcialmente la violencia de la cotidianidad y retornó el interés de ciudadanos extranjeros por conocer la capital antioqueña.

Sin embargo, el estigma de ciudad violenta o la sombra de personajes como Pablo Escobar persiste en la mayoría de los visitantes y ese ha sido uno de los temas recurrentes en el aula de clase.

El docente Jaime Alberto Naranjo explicó que dentro del programa de la universidad Eafit se aborda el tema sin hacer apología al crimen.

“Al contrario, se resaltan los esfuerzos de la ciudad por transformarse, visibilizando los logros y el reconocimiento mundial. Al principio de cada ciclo damos una charla introductoria sobre la historia de la ciudad y llevamos a los estudiantes a conocer lugares de interés desde el punto vista de la transformación social, cultural y de infraestructura”, complementó.

Gustavo Jaramillo, de la UPB, coincidió en la importancia de no ignorar la problemática. “Es necesario trabajarla y por ello hemos permitido que los estudiantes más avanzados participen de clases sobre análisis de la situación colombiana, algo que ha resultado maravilloso para ellos y les permite comprender mejor nuestra sociedad”, indicó.

Según Naranjo, el turismo idiomático atrae turistas con un interés principalmente social y cultural, “lo que es más beneficioso para la ciudad pues esta persona suele ser más amable y educada con el entorno y el impacto es más positivo”.

Asimismo, Jaramillo resaltó que la mayoría de los estudiantes que llegan planeando quedarse poco tiempo terminan por extender su estadía e invitar a amigos o familiares, como un voz a voz sobre Medellín.

Cifras por consolidar

A pesar del auge que registran las universidades y academias, la dependencia de turismo local no tiene datos consolidados de cuántos ciudadanos extranjeros han llegado a la ciudad motivados o interesados en aprender el español como segundo idioma.

De acuerdo con el Sistema de Información Turística de Medellín y Antioquia, Situr, la capital paisa recibió 702.086 visitantes en el 2016, 735.570 en el 2017 y más de 800.000 en lo corrido del 2018, con una ocupación hotelera promedio del 63 % en el último año, superando la media nacional que alcanzó un 55 %.

Carolina Ramírez Rubio, subsecretaría de Turismo de Medellín, indicó que desde la administración no hay una promoción exclusiva de turismo idiomático.

“Nosotros generamos estrategias de turismo como un destino de naturaleza, gastronomía, negocios y cultura, pero cuando ellos llegan acá pueden escoger la oferta deseada y en muchos casos suele ser la académica”, puntualizó.

La funcionaria no descartó que en los próximos años se perfile el turismo idiomático como una oferta propia en la ciudad.

“Sabemos que tendencia se está dando y la tenemos en el panorama. Si vemos que vale la pena, pues le daremos más fortaleza a ese tema”, anotó.

CONOCER LA CULTURA DE LOS AMIGOS

La ciudad crece como destino para aprender español

George Fallaires es un médico estadounidense que ya había visitado Colombia como turista ocasional. Hace un mes regresó con el objetivo de mejorar el manejo del idioma y por ello se inscribió en la escuela Tucán. Su interés por aprender español surgió gracias a amigos colombianos con los que comparte en su país de origen, así como el acento y el reto de enfrentarse a un nuevo idioma. Aunque lleva pocas semanas en la ciudad, domina muy bien el español y algunas expresiones locales.

Entre las tareas que quiere lograr es enseñar a otros ciudadanos de Medellín a practicar el inglés así como él ha contado con el apoyo para mejorar su español. Él, junto a René Manderscheid, otro extranjero que estudia en la ciudad, visitó EL COLOMBIANO y se le midió al desafío de definir o explicar algunas palabras coloquiales.

RENÉ QUIERE APRENDER SOBRE HISTORIA

La ciudad crece como destino para aprender español

René Manderscheid es de origen alemán y, al igual que George, ha compartido con amigos colombianos en diferentes países del mundo y fueron ellos quienes precisamente le recomendaron viajar y escoger a Medellín como la ciudad para perfeccionar el español. Según cuenta, el acento claro, “que no hablan tan rápido” y recorrer los sitios de interés, son aspectos que le han ayudado en el aprendizaje del idioma. Y aunque aún confunde algunas palabras, reitera que estando en la ciudad también se interesado por conocer la historia y la cultura colombiana de una manera más cercana, con los ciudadanos locales. Además, mencionó, disfruta encontrar cualquier cosa que sea de origen alemán o tenga alguna relación con su país e indagar por su uso desde lo local pues así, comprende más el idioma y las costumbres locales.

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