Un fuerte incendio consumió en la mañana de este jueves cuatro viviendas del casco urbano del municipio de Vigía del Fuerte, el cual pudo ser controlado por miembros de la misma comunidad a punta de baldes y ollas porque en localidad, ubicada en las riberas del río Atrato, en la región de Urabá, no hay cuerpo de bomberos ni motobombas para atender estas emergencias.
Según el reporte entregado por la exalcaldesa de la localidad en el periodo anterior, Miryam del Carmen Serna Martínez, “lo más complicado fue tener que sacar el agua del río y de los pozos de las casas para poder apagar las llamas”, expresó.
La conflagración, dijo, no dejó víctimas, pero sí cerca de 25 personas damnificadas, para las cuales tocará pedir ayuda entre los mismos habitantes del pueblo.
En la madrugada del pasado domingo 6 de octubre, en el casco urbano de Vigía del Fuerte, también se presentó un incendio, el cual fue apagado de la misma forma y dejó a 18 personas en la calle.
“Nos tocó hacer una colecta en el pueblo y ahí se les ha ido ayudando. Ahora vamos a salir con parlantes a pedir ayuda para estas nuevas familias”, expresó la exalcaldesa, que pide que, ya sean la Gobernación o privados, donen a este municipio, uno de los más pobres del departamento, una motobomba con manguera para atender estos casos, pues la población es muy expuesta a los incendios por su clima caliente y porque prácticamente casi todas las viviendas son de madera.
La Organización Indígena de Antioquia, OIA, también puso a circular un video en el que se observan las casas en el momento en que ardían en llamas.
Hace cuatro años, el 24 de diciembre de 2015, otro incendio dejó en cenizas cuatro casas de esta población, en los límites de Antioquia y Chocó
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