Aún convaleciente en un hospital del Oriente antioqueño a donde fue remitida, Tania Jaramillo –la mujer de 25 años que protagonizó un accidente en parapente este lunes 13 de mayo– narró detalles del suceso que casi le cuesta la vida.
Jaramillo, oriunda del municipio de Guarne, detalló que desde hace dos años es piloto de parapente. Aún así, era la primera vez que realizaba un vuelo sobre el Valle de las Cascadas, en la vereda La Represa del Carmen de Viboral.
“La idea que teníamos era volar el domingo desde allí hasta una pista de aterrizaje que queda en el mismo valle, pero por el clima no fue posible. Por eso nos quedamos amaneciendo en la posada donde queda la pista de despegue hasta el otro día y así salir. Ahí habíamos hablado de los riesgos de los cables de energía que había en la zona”, detalló.
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La mañana del lunes ofrecía buenas condiciones para que Tania y sus otros seis compañeros pudieran volar. Por eso, hacia el mediodía se aprestaron para salir en sus parapentes por el aire.
Tras llevar cerca de media hora volando, Tania recuerda que comenzó hacer la aproximación para aterrizar, teniendo en cuenta que estaba aproximadamente a dos minutos de su destino.
Ella admite que durante su vuelo se había olvidado del peligro de los cables de transmisión de energía, el cual recordó cuando vio que se acercaba peligrosamente a ellos.
“Cuando los vi ya no supe qué hacer. Me quedé enredada. Yo sentí que estaba como a 40 metros de altura. Pensé que me iba a quedar ahí hasta que me rescataran”, apuntó.
Sin embargo, Tania solo duró enredada en las líneas de energía cerca de un minuto, según recordó.
“Puse la mano en el aza del paracaídas cuando vi que el parapente se desprendió de una de las dos líneas de energía de las que me había enredado. De ahí tiré del paracaídas, cosa que me ayudó a amortiguar el golpe luego de caer los 40 metros”, añadió.
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La caída en la tierra fue muy estrepitosa, tanto así que sintió que se le iba la respiración. Pese a la fuerza del impacto, Tania cuenta que siempre estuvo consciente.
“Luego mis compañeros y la gente me ayudaron de una. Como estaba muy lejos (de la carretera), los vecinos de la zona organizaron una camilla y me sacaron. Me llevaron en la camilla como dos horas de camino y ya cuando llegamos a la carretera, allá me estaban esperando los bomberos del Carmen y Cocorná para atenderme. El traslado lo hizo el señor Nicolás que es el dueño de la oficina de vuelos en Cocorná”, recordó.
Según Tania, los médicos le comentaron que tiene fracturas en varias vértebras, que por fortuna no son grandes, lo que le da grandes chances de no perder la movilidad.
“Hay un muy buen diagnóstico porque nunca perdí movilidad en las extremidades. Estoy a la espera de una resonancia para analizar el estado de los ligamentos y ver si me deben operar o no. Definitivamente me salvó Dios y un ángel que tengo en el cielo”, agregó.
Tania seguirá internada en el hospital a la espera de conocer el diagnóstico de sus exámenes. Aún así, ya muestra buenas señales de recuperación.
Ella cerró esta entrevista enviándole un mensaje a todos los parapentistas:
“Hago una invitación a los parapentistas para que siempre estén concentrados y pendientes de los más mínimos detalles. Y lo más importante es conocer la pista de aterrizaje antes de volar”, añadió.