Al mejor estilo de una postal europea, varios municipios antioqueños vieron sus suelos cubiertos por una blanca y espesa capa de hielo. En un fenómeno que muchos califican cómo uno de los más severos de las últimas décadas, cientos de familias campesinas sufrieron cuantiosas pérdidas por cuenta de una oleada de granizadas.
En la subregión del Norte de Antioquia, uno de los municipios más afectados fue San José de la Montaña, cuya geografía se vio tapizada de blanco el pasado martes 7 de febrero.
Pese a lo llamativo del fenómeno, que además quedó captado en múltiples fotografías ciudadanas que se replicaron a través de las redes sociales, el alcalde de ese municipio, Edison Mauricio Correa, advierte que el evento dejó graves pérdidas.
“Fue un fenómeno natural nunca antes visto en el municipio y dejó serias afectaciones, sobre todo para el ganado lechero, que es la base de la economía del municipio, generando muchas afectaciones para las familias, principalmente de las veredas de Caribe y Potrerito”, dijo el alcalde.
En esos dos territorios, precisó, la granizada arrasó principalmente con cultivos de papa y mora.
Según los primeros informes, de un grupo de 90 familias afectadas, 55 sufrieron las pérdidas más severas.
“Yo tengo 42 años y nunca había visto una cosa de esas. Dicen los viejos que mucho menos. Granizadas ha habido toda la vida, pero de la magnitud de esta nunca”, expresó.
Una situación similar atravesó el municipio de Belmira, ubicado también en la subregión del Norte, que se llenó de hielo durante la jornadas del pasado viernes 3 de febrero y viernes 17 de febrero.
Jaime Benítez, director de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata) de Belmira, cuenta que en ambos eventos hubo daños en cultivos de las veredas Quebraditas, La Salazar, La Miel, Zafra y La Montaña.
“Hubo afectaciones en los pastos. Aproximadamente el 70% e inclusive el 80% de los potreros de cada finca de esos territorios sufrieron daños por el granizo y por las heladas que están ocurriendo en los últimos días”, señaló el funcionario municipal.
Mientras en el caso de la vereda La Montaña los daños se concentran en los cultivos de uchuva y huertas caseras, en donde cerca del 90% de los productos se perdieron, en el caso de la vereda La Miel arrasó con cultivos de aguacate.
En el resto de territorio, también se perdieron cultivos de tomate de árbol, fresa y pastizales.
Según un censo levantado por la Alcaldía de Belmira, al menos 127,8 hectáreas de 32 fincas quedaron afectadas por el fenómeno. No obstante, detalló Benítez, los daños más agudos se concentraron en la producción de leche. El reporte oficial apuntaba a que al menos 80 productores tuvieron daños en sus pastos, viendo disminuida su producción hasta en un 70%.
Uno de los datos más elocuentes, añadió el funcionario, arrojaba que el volumen producido por metro cuadrado pasó de 1,6 kg a 480 gr.
“Los daños nos preocupan mucho, porque atentan contra la seguridad alimentaria. Los daños en los pastos nos parecen muy preocupantes, porque de él depende directamente la producción de leche, que se puede ir a pique. A esto se le suma la crisis que tienen los insumos en este momento, que están carísimos, lo que está haciendo que la lechería deje de ser un negocio rentable”, alertó Benítez.
Además de Belmira y San José de la Montaña, otros municipios que se han visto golpeados por las fuertes granizadas de los últimos días han sido Santa Rosa de Osos, Entrerríos, Donmatías y hasta Medellín.
En el caso de la capital antioqueña, tal como lo registró este diario el pasado 17 de enero, el hielo golpeó las calles de comunas como El Poblado y Guayabal, además de sectores de Envigado e Itagüí, en el sur del Valle de Aburrá.
Un hecho atípico
Luis Alfonso López Álvarez, jefe encargado de la Oficina de Pronósticos y Alertas del Ideam, advierte que el granizo que se ha precipitado durante los últimos días en el departamento, si bien es un fenómeno que no se presenta con mucha frecuencia, no habría roto ningún rango dentro de los registros históricos que maneja esa entidad.
Según ilustra el experto, el fenómeno se produce por cuenta de una reacción en cadena que hace que las nubes se formen verticalmente, generando tormentas eléctricas y caída de hielo.
“Allí hay un forzamiento natural por esa barrera geográfica que hace que las nubes crezcan verticalmente. Si a eso le sumamos un calentamiento, en un día intenso de radiación solar, es muy probable que se formen nubes grandes con desarrollo vertical. Esas nubes con desarrollo vertical van a generar lluvias intensas y están asociadas a descargas eléctricas y a granizo”, señaló el experto.
Por el lado de las granizadas reportadas por los campesinos, López añade que se asocian a la presencia de un tiempo cada vez más seco en la región.
Pese a que prever la ocurrencia de estos fenómenos es complejo, el funcionario apuntó que, en el caso de Antioquia, la principal preocupación asociada a las lluvias en este momento se asocia al riesgo de deslizamientos en los municipios de San Francisco y Alejandría, en donde se mantiene la alerta naranja.
Finalmente, tanto Correa como Benítez añadieron que se avanza en conversaciones con la Gobernación de cara a recibir apoyos para los campesinos. Este diario consultó a la Secretaría de Agricultura sobre ese tema, pero no obtuvo respuesta.