Aunque el rector de la Universidad de Antioquia, John Jairo Arboleda, hizo ronda de medios la semana pasada para explicar las razones detrás de las cifras de estudiantes con más de catorce semestres matriculados que publicó en un mensaje en su cuenta de X, el gobernador Andrés Julián Rendón y que desató todo tipo de reacciones (incluyendo señalamientos y estigmatizaciones), hasta ahora la Universidad no había hecho un pronunciamiento colectivo sobre el tema.
Sin embargo, el equipo administrativo de la Facultad de Medicina se pronunció este lunes 5 de febrero a través de un comunicado en el que cuestionan no solo las intenciones de ese debate que instaló el gobernador, sino también el eco y respuesta que recibió por parte de los medios de comunicación.
“El equipo administrativo de la facultad de medicina de la Universidad de Antioquia expresa un respetuoso y vehemente rechazo a las recientes afirmaciones y calificativos que, desde diferentes tribunas públicas, se vienen generando en contra de nuestra universidad, para las cuales se esgrime como argumento que la presencia de estudiantes con un número significativo de semestres es un indicador de desgreño administrativo y de despilfarro de los recursos financieros que la universidad recibe del Estado o los que consigue mediante actividades proyectos o programas desarrollados por sus profesores estudiantes y personal administrativo”.
Cabe recordar que Rendón aseguró en entrevista con Semana que “la universidad (de Antioquia) se ha embarcado en una muy mala aplicación de recursos del orden de los 240 mil millones de pesos”. Y por tal razón, dijo, su mensaje sobre los más de 2.000 estudiantes que han cursado entre 14 y 39 semestres no buscó estigmatizar. “(...) simplemente estoy poniendo una alerta sobre un tema que se debe discutir en el seno del Consejo Superior de la Universidad de Antioquia”.
Para el equipo administrativo de la facultad de Medicina, las afirmaciones surgidas a raíz del mensaje del gobernador “muestran desconocimiento de las dinámicas propias de la academia y en especial de la universidad. Durante su historia casi milenaria, la institución universitaria ha sido fundamental en las transformaciones sociales, culturales, científicas, tecnológicas y económicas de la humanidad. El Renacimiento, la Revolución científica, la Ilustración y la segunda, tercera y cuarta revoluciones industriales han sido el resultado de pensadores, artistas, investigadores, ingenieros y profesionales que, formados bajo los principios de libertad académica y en complicidad con las universidades en todo el mundo, han movido la frontera del conocimiento gracias a que las sociedades han respetado las dinámicas propias de la academia sin obedecer a las demandas cortoplacistas de los gobernantes de turno que gobiernan para su tiempo y para sus grupos de poder que pretenden mover hacia sus intereses particulares bienes tan públicos como el del conocimiento y la técnica”.
Además, en el comunicado defienden, tal como lo hizo el rector en sus declaraciones a medios, la posibilidad que ofrece el reglamento de que los estudiantes asuman semestres parciales, entendiendo las realidades sociales y económicas de la ciudad y el departamento, que impiden que la mayoría de los estudiantes puedan entregarse de tiempo completo a sus carreras.
“Desde hace un buen tiempo en nuestro país se estableció una clara política de calidad de la educación superior y precisamente la Universidad de Antioquia ha sido un referente para las demás instituciones de educación superior en los procesos de acreditación de alta calidad, tanto así que en las oportunidades de acreditación ha tenido el máximo tiempo de reconocimiento por parte del Ministerio de Educación Nacional. En este sentido, la matrícula de un mínimo de créditos por semestre u otras iniciativas en procura de darle garantías académicas a los estudiantes, no son otra cosa que irrebatibles estrategias de permanencia estudiantil que hacen parte de procesos académicos sometidos a la regulación institucional y que por supuesto pueden ser revisados a la luz de los criterios del aseguramiento de la calidad”.
Y nuevamente hicieron énfasis en las verdaderas razones que explican la mayoría de los casos de estudiantes con carreras prolongadas, una de las más fuertes críticas contra el gobernador, toda vez que el mensaje a partir del cual surgió el debate fue calificado como descontextualizado e inconexo con la realidad del país.
“Un factor para considerar y que ha tenido un peso enorme en la situación que ahora se le critica a la Universidad de Antioquia es la profunda inequidad que existe en nuestra sociedad. Más del 90% de los estudiantes matriculados provienen de los estratos 1, 2 y 3 del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, de otros municipios de Antioquia y de prácticamente todos los departamentos del país. Las condiciones socioeconómicas de muchos de ellos son bastante precarias, de manera que no sólo su permanencia en la universidad sino su propia supervivencia depende de los apoyos que brinda el sistema de bienestar universitario de nuestra institución y de los ingresos que reciben en trabajos y oficios, muchos de estos informales”.
Según el comunicado, esta realidad descrita ha obligado a que un sinnúmero de alumnos dedique sólo una parte de su tiempo a las actividades académicas y, por tanto, matriculan pocos créditos cada semestre con la consecuente prolongación del tiempo de su proceso formativo. “Por tal razón, desconocer esta realidad social y las demandas de una educación universal y verdaderamente incluyente, en donde los estudiantes deben estudiar, buscar su sustento económico o sostener a su familia al mismo tiempo, resulta a todas luces lamentable. Son pocas las verdaderas alternativas que como sociedad se ofrecen para aquellos a los que recorrer el camino se dificulta solo por nacer o pertenecer a sectores menos favorecidos”, sentencian.
También llamaron la atención sobre un tema que pasó de agache en el debate público la semana pasada y son las condiciones de salud que enfrentan los estudiantes que ingresan a la universidad. “En muchas ocasiones los jóvenes que ingresan a la universidad evidencian condiciones asociadas a malos hábitos alimenticios, consumo de sustancias psicoactivas, al uso del tiempo libre o a particularidades relacionadas con su procedencia, pero sobre todo sufren de los efectos de un entorno difícil que afecta su salud mental. La pandemia puso en evidencia condiciones precarias de salud mental en todos los ámbitos de la sociedad, sin embargo, desde mucho antes los jóvenes vinculados a la educación superior vienen presentando situaciones que los tornan más vulnerables frente al estrés emocional asociado con las exigencias del entorno universitario”.
La facultad de Medicina reiteró que todos estos aspectos –propios de las instituciones de educación superior, en especial de las públicas– tienen efectos directos sobre el desempeño de muchos estudiantes.
“A manera de ejemplo, sí un estudiante vinculado al programa de medicina de nuestra facultad, que tiene una duración de trece (13) semestres y que ostenta la máxima acreditación de calidad, se atrasa un semestre como consecuencia de las circunstancias descritas asociadas a condiciones socioeconómicas o de salud, pasaría de inmediato a ser parte de ese grupo de matriculados que ahora se endilga, evaden su compromiso con el proceso formativo o que incluso utilizan la universidad para propósitos diferentes a su educación. La universidad no abandona a sus estudiantes por sus dificultades para el estudio, pero tampoco les regala. Los asiste para que superen sus dificultades y sean personas de bien, buenos ciudadanos y eficientes profesionales, como corresponde ética y jurídicamente a los mandatos que le exige una Constitución cuya entraña es propia del Estado Social de Derecho”.
Rematan el vehemente comunicado con una crítica al cubrimiento que le dieron los medios de comunicación al debate y a la excesiva relevancia de los casos anecdóticos dentro de este grupo de estudiantes señalados, como el caso único del estudiante con 39 semestres matriculados quien, según aclaró el propio rector, ya ni siquiera hace parte de la institución.
“La excepcionalidad que se difunde con muy tosca intención sirve para confirmar todo lo contrario de lo que se ha pretendido con esta afrenta estratégicamente perifoneada por medios de comunicación con mucho poder mediático, pero con dudosa epistemología”, concluyen, tras lo cual le pidieron al gobernador y a los medios de comunicación “reconocer la universidad pública tal cual lo es: universal y autónoma académicamente”.
Cabe recordar que en medio de este debate no solo los estudiantes sino hasta docentes han sido objeto de señalamientos y estigmatizaciones. De hecho, el comunicado surge luego de que José Obdulio Gaviria escribiera un largo trino en el que carga contra el profesor del Instituto de Estudios Políticos y de la Unidad Especial de Paz Universidad de Antioquia, Max Yuri Gil, califica de izquierdistas a quienes asumieron posiciones críticas frente a la postura del gobernador y sugiere en su mensaje que los casos de estudiantes con carreras prolongadas responde a actividades al margen de la ley.