Carlos* es un habitante de Rionegro que quería alquilar un glamping —aquellas novedosas construcciones ubicadas en la ruralidad que se han vuelto tan populares— para darle una sorpresa a su pareja. Pero, infortunadamente, terminó estafado. Según denunció, navegó por las redes sociales hasta que vio una oferta que le resultó irresistible y que fue publicada por una página de Facebook.
Esta, con 5.000 seguidores y únicamente unas cuantas fotos de su emprendimiento, se describe como una empresa que alquila cabañas y módulos habitacionales en forma de burbuja en el municipio de Copacabana, aunque últimamente, en vez de promocionar su espacio, se dedica a difundir publicidad política de una candidata a la Alcaldía de Caldas.
Tras un corto diálogo en la página en Facebook, a Carlos lo remitieron a un número de WhatsApp. Al comunicarse, una mujer que se identificó como Andrea se encargó de darle los precios que oscilaban entre los $300.000 por 24 horas, los $200.000 por 12 horas y los $120.000 por 6 horas. Todos los planes incluían decoración, alimentación preparada por un chef y hasta botella de vino. ¡Una ganga! según comentó en su denuncia que publicó inicialmente el portal de noticias MiOriente.
“En la página todo se veía muy legal y bacano. Entonces, un compañero de trabajo y yo decidimos meternos ahí porque todo se veía muy bien. Nos mandaron toda la ‘información’ que nos daba más certezas de que era un negocio serio”, apuntó Carlos, quien agregó que con los datos se anexaron más de 10 fotos que mostraban los lujos del espacio.
Carlos y su compañero admiten que se dejaron deslumbrar por la oferta y terminaron depositando electrónicamente cerca de $850.000 al mismo número de WhatsApp, con el fin de reservar la estadía en el lujoso glamping. “Nos confiamos porque la cuenta de WhatsApp aparecía como de empresa, pero después de consignar ya nos dejaron de contestar. Por acelerados, perdimos”, dijo.
¿La estafa sigue activa?
Sin embargo, lo que tiene más molesto a Carlos es que tanto la cuenta de Facebook de Cabañas González, como el número de WhatsApp siguen activos y dispuestos a quitarles la plata a los incautos que caigan en sus garras.
De hecho, EL COLOMBIANO, haciéndose pasar por un cliente, se puso en contacto con Cabañas González y allí confirmaron la “promoción” de sus alquileres y dieron más detalles del glamping.
Indicaron que este espacio se ubica en la vereda Portachuelos, supuestamente en Copacabana, en un sector conocido como el Ramal 3. Igualmente, adjuntaron una veintena de fotos para dar visos de seriedad. Sin embargo, al analizar las fotos, muchas de ellas serían de otros establecimientos legalmente constituidos, por lo que Cabañas González los estaría suplantando.
Además, el relato comenzó a tambalear cuando se contrasta que la vereda Portachuelos queda es en Girardota. También las imágenes compartidas daban cuenta de que había varios estilos de glamping en diferentes locaciones. De hecho, uno de ellos quedaba sobre una planicie y sin ningún tipo de construcción vecina, algo falso teniendo en cuenta que la vereda queda en un sector empinado y encima es vecina de otras fincas, así como de la calzada Bello-Hatillo.
Tras la insistencia de EL COLOMBIANO de conocer la ubicación exacta del punto, quien contestó decidió eliminar la conversación virtual, las fotos enviadas y bloquear todo contacto.
¿Modalidad reencauchada?
De acuerdo con Luis Fernando Guisao, representante legal de Alquile su Finca y una de las personas más entendidas en el tema, las estafas con alojamientos rurales por cortas estancias –o sea menores a 30 días– son tema común que cada día va cobrando más víctimas, sobre todo en época de vacaciones.
Según indicó el empresario, el método de estafa de falsos glamping es el mismo que se aplica con el alquiler de fincas: ofertas de predios lujosos con fotos de alta calidad —que son sacadas de empresas de alquileres legalmente establecidas— a unos precios bajos.
Además, muchas de las falsas ofertas se publican en cuentas de redes sociales compradas por tener muchos “seguidores”, pero que realmente son “infladas” por bots o usuarios de países asiáticos.
Según Guisao, la verificación que el cliente debe hacer siempre ante un alquiler es fijarse que la empresa tenga al día el Registro Único Turístico RUT; y que el representante legal del alojamiento sea alguien reconocido en el medio.
El empresario también recomendó fijarse que la cuenta a consignar sea la de la empresa como tal. Tampoco está de más solicitar una certificación bancaria que dé cuenta de que el negocio es fidedigno.
“Si por ejemplo hay un glamping que se llame Vista Linda SAS y me ponen a consignar a nombre de un particular que nada tiene qué ver con la empresa, ¿a quién le estoy dando mi plata? Ahí hay una incongruencia entre el establecimiento y a quien se le consigna”, explicó Guisao.
Sobre este caso en particular ya quedaron alertadas las autoridades de Copacabana y Girardota, de las que se espera adelanten las averiguaciones pertinentes para dar con el responsable de las estafas.
Sin embargo, mientras eso sucede, la página y la línea de WhatsApp de Cabañas González siguen activas.
*Nombre cambiado por petición del denunciante.