“Queridos Empleados, querida Redacción,
Desearía que esta carta fuera perfecta, pero esa no es una realidad humana y son muchos los sentimientos e ideas que quisiera expresar hoy que les anuncio mi retiro del Grupo Editorial de EL COLOMBIANO.
Trabajar para una casa periodística de estas dimensiones y trayectoria, servir y construir país desde el periodismo y dirigir una redacción conformada por personas y profesionales excepcionales ha sido uno de los grandes honores de mi vida. Es por eso que hoy quiero manifestar mi gratitud por el privilegio de más de 10 años de un recorrido apasionante, en compañía de todos y cada uno de ustedes, como consecuencia del propósito que conlleva trabajar por un bien superior y colectivo.
Creo que los valores de la prensa y del periodismo objetivo son permanentes, creo en ella y en esos valores como columna vertebral de las sociedades democráticas, libres, pluralistas e inteligentes, porque como la academia, la prensa debe basarse en los hechos para buscar y contar la verdad, y desde espacios respetuosos, argumentativos y equitativos construir reflexiones y debates para el bienestar de la sociedad.
Me retiro en paz con mi conciencia, puedo mirarlos a los ojos a ustedes, a la audiencia, los anunciantes y los socios, porque siempre he actuado con el corazón en el lugar correcto y acorde con mis valores.
Me retiro feliz con las metas alcanzadas, la compañía tiene resultados incuestionables: es reconocida nacional e internacionalmente, tiene el mayor número de suscriptores de impreso y audiencia digital de sus 107 años, presenta los mejores resultados financieros de la industria en el país, tiene nuevas unidades de negocios (ECestudio y ECOlab, entre otros) y un ecosistema de trabajo versátil para asumir las infinitas posibilidades multiplataforma, gracias a un equipo de primer nivel, comprometido y creativo.
El Colombiano es hoy una empresa con un futuro que merece ser conquistado, requiere cambios de cultura, estrategia y estructura. Los invito a que sigan soñando y acompañando este bello proyecto con sus valores y tenacidad. La prensa seria, con credibilidad, es necesaria para construir sociedades éticas, justas y democráticas. Por eso, crean en el porvenir.
Espero seguir observándolos crecer imparables tanto en sus vidas personales, familiares y profesionales. Me llevo, y lo conservaré siempre, el mejor recuerdo de todos quienes me acompañaron hombro a hombro, con lealtad y compromiso, en este valiosísimo trayecto. A todos les agradezco tanto trabajo, y por supuesto, tantas enseñanzas que a diario me brindaron.
Los quiero y los respeto,
Martha”