Evitar los problemas que se puedan presentar en los parques entre niños y mascotas, esa es la necesidad que vio la Junta de Acción Comunal del barrio El Dorado, Envigado, en un espacio ubicado al frente del atrio de la iglesia San Rafael.
“Le pasamos la propuesta a administración municipal de un parque canino y desde el año pasado se inició la construcción a la que solo le falta la instalación de una malla segura, la inversión fue cercana a los $50 millones”, contó Manuela Orrego, coordinadora del comité de Juventud de la organización.
El proyecto, pionero para el municipio, no es el único espacio pensado de manera exclusiva para los animales en el Valle de Aburrá. En Sabaneta funciona desde 2016 un lugar que cuenta con 150 m2 para disfrutar con las mascotas, ubicado a una cuadra del Parque el Erato, con acceso desde la carrera 43A.
Construyen otro
En Medellín el primer sitio exclusivo para mascotas se abrió el año pasado en el Primer Parque de Laureles; el segundo espacio con el que contará la ciudad se está construyendo en Guayabal: sin embargo, ha levantado críticas entre vecinos pues afirman que el terreno podría ser usado para la ampliación de la biblioteca de la comuna 15.
“Cuando pedimos un espacio cultural nos lo dieron y llegó la biblioteca, pero solo una parte de lo que habíamos soñado, estábamos buscando una más grande en la que cupiera una escuela de música”, expresó Gloria Fernández, líder comunitaria.
La vecina del sector destacó que no cierran la posibilidad de que exista un parque canino para la zona, pero lo recibirían siempre y cuando se respeten los espacios para la ampliación de la biblioteca.
Ante la preocupación de la comunidad por este tema, Sergio Orozco, secretario de Medio Ambiente de Medellín, señaló que lo que se pretende es mejorar un lugar al que ya se le está se le está dando el mismo uso y que no afectaría una nueva etapa del equipamiento cultural.
“El parque será un espacio amigable para mascotas y dueños. Puede convivir con cualquier otro proyecto que se pretenda hacer allí”, afirmó.
Hay quienes ven estos proyectos con buenos ojos como Katlin Navarro, miembro del grupo Amigos de Cuatro Patas pues destaca que “si el Estado, con herramientas como el Código de Policía, exige la tenencia responsable de mascotas, es necesaria la inversión no solo en espacios sino también en socialización y pedagogía a los ciudadanos”, concluyó.