La salud mental de los ciudadanos sigue siendo una de las principales preocupaciones por los múltiples problemas que muchos enfrentan y que, como agravante, no son tratados, ya sea por desconocimiento o por trabas en el sistema para acceder a atención oportuna y especializada. Es por esto que la Gobernación de Antioquia replica el modelo de escuchaderos que algunos municipios del Valle de Aburrá ya venían implementando para brindar orientación y acompañamiento psicológico a las comunidades.
De acuerdo con información entregada por la administración departamental, esta estrategia se ejecutará en 96 municipios, a través de la Secretaría Seccional de Salud y la ESE Hospital Carisma. Los escuchaderos, también llamados dispositivos comunitarios, contarán con profesionales de psicología que atenderán a las personas que lo requieran de forma gratuita, para brindarles acompañamiento y orientación en temas relacionados con su salud mental.
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Leonor Suárez, gerente (e) de la ESE Carisma, explicó que la iniciativa tiene tres modalidades. La primera de ella son los Centros de Escucha, que está dirigido a tratar temas más comunitarios y barriales sobre la salud mental de los residentes. El segundo es la Zona de Orientación Escolar, con la que se pretende llegar a todas las instituciones educativas con psicólogos para atender a los estudiantes, docentes y familias que lo necesitan. El tercero se llama Dispositivos de Patio, que tiene como fin trabajar con toda la población privada de la libertad, el personal de vigilancia, el equipo psicosocial, los directivos y las familias de los reclusos en los establecimientos penitenciarios de los 96 municipios que tendrán escuchaderos.
La funcionaria señaló que con estas estrategias se busca “apoyar y fortalecer el empoderamiento comunitario en aras de mitigar problemas de suicidio, violencia, consumo de sustancias psicoactivas y que los jóvenes puedan tener una mejor calidad de vida”.
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Una de las particularidades de esta estrategia de la Gobernación de Antioquia es que no solo pretende la atención individual en salud mental, sino que también tiene un foco en fomentar la movilización comunitaria para promover la salud mental entre los habitantes y que conozcan rutas de atención y formas de prevenir problemas asociados a la misma.
“La prevención y atención temprana son esenciales para evitar el desarrollo de problemas más graves, mejorar la calidad de vida, reducir costos y fomentar una comunidad más saludable y resiliente”, indicaron al respecto desde la administración departamental.
El panorama de salud mental de los antioqueños deja muchas preocupaciones y los menores de edad y jóvenes son algunos de los que presentan más incidencia de problemas. El departamento es uno de los que reporta más casos en las mediciones del país en hechos como intentos de suicidio o suicidios consumados.
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Hace poco, hablando de este tema, el psiquiatra y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, Diego Espíndola, explicaba que el aumento en las enfermedades mentales tiene múltiples causas, pues si bien Antioquia es un departamento en el que históricamente se ha evidenciado una vulnerabilidad genética respecto a enfermedades mentales, también hay varios factores exógenos (externos, del ambiente) que contribuyen. Uno de ellos, dice, es la importancia que como sociedad e individuos le damos al desempeño y a la productividad, que suele aumentar los niveles de ansiedad, estrés o frustración.
Asimismo, pueden influir la cantidad de estimulantes que se consumen, desde el alcohol o las drogas, hasta la cafeína o el tiempo que pasamos consumiendo redes sociales. Pero también podrían estar incidiendo factores como la contaminación del aire o los efectos del cambio climático que estamos viviendo en la ciudad.
