Luis Fernando Suárez fue gobernador encargado de Antioquia mientras Aníbal Gaviria permaneció detenido en medio de su proceso judicial. Gobernar le quedó sonando, por eso le madrugó desde enero a la campaña con la que aspira a prolongar cuatro años más la visión de la actual administración departamental. Este es un extracto de su entrevista en video que puede encontrar en las redes sociales de EL COLOMBIANO.
Cuéntenos de su vida, de cómo se decidió por la política.
“Yo soy de una familia clase media. Mi padre de Amalfi; mi madre de Salgar. Fuimos seis hijos. Yo estudié en el colegio Ferrini, cuando eran los misioneros y terminé en 1980 y me fui a prestar servicio militar. Estuve un año en Bogotá, en la escuela de artillería, luego en el batallón Guardia Presidencial”.
En esa época estaba Turbay Ayala como presidente, ¿tiene algún recuerdo de él?
“Me tocó ver de cerca una realidad que a mí me confrontó, y es que con frecuencia el presidente salía cargado de parrandas, ebrio. Y un pelado de 19 años, ver al presidente de la República con frecuencia borracho fue muy duro”.
¿Y eso marcó sus decisiones futuras de participar en política?
“Sí, porque ante la mala fama que tienen los servidores públicos yo siempre he dicho que hay muchas personas que trabajamos en el sector público que somos buenas, pero en eso tenemos que dar ejemplo, yo por ejemplo nunca me tomo una copa de licor”.
¿Cuántos años ha sido usted servidor público?
“Salí del Ejército en el 81. Me fui a estudiar odontología a la Autónoma de Manizales, porque en ese momento estaba la universidad de Antioquia en uno de esos paros muy largos. Me gradué en el 87, hice rural 88-89, y cuando terminé pasé a la Gobernación de Antioquia. Más de 30 años como servidor”.
Desde 2004 se sumó al proyecto político de Aníbal Gaviria...
“Su esposa Claudia Márquez quería montar un programa de atención a la primera infancia y me llamaron. Por eso conocí al gobernador y he trabajado con él siempre. Me nombró gerente del Hospital Mental entre 2005 y 2008. Luego fui director del hospital de San Javier, director de Planeación y subgerente de Metrosalud”.
¿Cuándo salta a los asuntos políticos?
“Cuando llega Aníbal a la Alcaldía en 2012 me invita a ser secretario de Bienestar Social. Luego a ser vicealcalde de Gobernabilidad y Seguridad tres años y tres meses”.
Hasta que le tocó la ‘palomita’ de ser gobernador. ¿Cómo fue eso de su jefe en detención domiciliaria y usted asumiendo
en plena pandemia?
“Yo he dicho que el 5 de junio del 2020 a mí me cambió la vida, porque me desperté como secretario de Gobierno y en una situación absolutamente sorpresiva me acuesto como gobernador encargado (...) con un vacío institucional, el equipo de gobierno angustiado. 5 de junio a 17 de octubre del 2020 y luego 3 de marzo del 2021 a casi 30 de septiembre del 2021. 360 días a cargo. Ese hecho me tiene como candidato a la gobernación de Antioquia”.
¿Eso fue lo que lo hizo decidir lanzarse? ¿Por qué?
“Porque cuando Aníbal regresa en la segunda ocasión empezamos a salir juntos y ya empezó la gente a a decir ‘usted se tiene que lanzar’. ‘Usted lo hizo bien’”.
¿Le tocaron momentos críticos?
“De tres picos me tocaron dos. Como gobernador, Aníbal Gaviria había abierto un camino en la ruta de la atención de la pandemia. Cada ocho días nos reuníamos, el staff de salud, el equipo de científicos epidemiólogos de la Universidad de Antioquia, que hacían los análisis de las tendencias y nos decían, este es el camino. Entonces, creo que todo eso fue virtuoso y fue lo que permitió que Antioquia, de alguna manera, tuviera un buen desempeño en la pandemia”.
Usted dice que es más técnico que político, ¿no cree que ese es como su talón de Aquiles para estas elecciones?
“Yo creo que no, porque el voto nuestro es un voto más de opinión que de grandes estructuras o maquinarias. Sabemos que el voto de opinión puede no ser suficiente para ganar las elecciones. Hemos hecho acercamientos con algunos equipos políticos, pero sin cruzar líneas, porque todo no vale en política”.
¿Hubo un intento de pacto en el que usted de alguna manera vetó a algunos candidatos. No teme que esta división genere que otros sectores lleguen a gobernar Antioquia?
“Yo no divido, yo siempre trato de unir, pero no se dieron las condiciones para las alianzas. Yo tuve tres reuniones con Eugenio Prieto y avanzamos y un día me llamó a notificarme que él iba a hacer alianza con Andrés Julián Rendón y con Juan Diego Gómez y que después conmigo, yo le dije, ¿cómo así? No, no. Pero si me está notificando, hágale, tranquilo, yo voy para adelante. Ellos hicieron todo lo posible por no unirse conmigo. Yo tuve conversaciones con Andrés Julián y le dije, invíteme a café y nunca fue posible que me invitaran a un café”.
¿Cuál es su propuesta bandera?
“A nosotros nos gusta la visión de construir sobre lo construido. Nuestro programa recoge la agenda Antioquia 2040. Ese es un plan estratégico muy bien hecho en el que participaron muchos antioqueños. Esa visión hace parte de nuestro programa de gobierno. Allí hemos definido cinco pilares. No voy a hablar de todos, pero sí quiero hablar de temas gruesos. Educación (...) el 50% de los jóvenes de Antioquia accede a la educación técnica superior, tenemos que cambiar esa cifra. En la educación rural, infraestructura, conectividad, transporte escolar, programa de alimentación escolar hay problemas, los vamos a trabajar. Seguridad, se está deteriorando la seguridad del departamento, la seguridad estaba de cuarta o quinta en las prioridades, hoy prácticamente es primera”.
Usted habla de que se necesita una buena sintonía con el gobierno nacional, pero si se ha hablado en campaña de integrar un bloque antiPetro, de llegar a ganar, de una vez se llega medio graduado de antigobierno...
“Yo no gradúo al presidente como enemigo mío, yo lo respeto. Hay quienes prefieren los espectáculos públicos en el balcón, yo creo que no. Al presidente de la República, respeto, así pensemos distinto a él, pero lo vamos a decir con claridad. Lo mismo el ministro de la Defensa. Él tiene una responsabilidad constitucional que no puede dejar de cumplir. Vamos a exigir la presencia de la fuerza pública. Somos críticos de la paz total, no somos enemigos de la paz. Queremos la paz en Colombia, pero no como se está definiendo hoy la paz total. Entonces seremos críticos, pero también haremos propuestas de trabajo conjunto para recuperar la seguridad. Homicidios y secuestros están aumentando. Está aumentando el reclutamiento de niños y la extorsión de manera importante. Por eso quitarles las rentas ilegales es muy importante. Y otro tema: tecnología e infraestructura, porque los organismos a veces tienen recursos escasos para tener mejores capacidades institucionales”.