Itagüí lamentablemente fue cuna de varios de esos personajes siniestros que crearon un poco esa historia de violencia. Usted nos contaba que había sido vecino de uno de ellos...
“Al frente de mi casa vivió Popeye. A la vuelta vivían los Galeano; don Berna era el conductor de los Galeano. Sebastián y Valenciano vivían cinco cuadras arriba, llegando al barrio San José, en La Gloria. Los jóvenes de nuestra época, y muchos de nuestros compañeros, fueron usados o instrumentalizados para las estructuras criminales. Entonces, hemos revertido eso con la Policía, el Ejército, con cada una de las dependencias de la institucionalidad para garantizar una ciudad segura, que a los jóvenes no los induzcan ni a las drogas ni a las estructuras criminales. Es lo que hemos venido haciendo en los últimos años en Itagüí”.
¿Y cómo? Porque para nadie es un secreto que en otras ciudades del área metropolitana hay unos combos que dominan territorios. ¿Eso ocurre en Itagüí, ellos manejan la seguridad en ciertos barrios?
“En Itagüí empezamos hace alrededor de 10 años, un poco más, a romper todas esas estructuras criminales con presencia institucional. Cuando no hay presencia institucional, la ilegalidad ocupa esos espacios y empiezan a decir, quiénes prenden el sonido hasta tarde o quiénes no. Aquí tenemos un sistema de cuadrantes con la Policía, tenemos una línea de atención a la comunidad y ella confía en la institucionalidad. Cuando usted le da confianza a la comunidad, la comunidad le cuenta lo que pasa en el barrio, en la cuadra y con eso hacemos presencia permanente. En Itagüí ya podemos decir que no hay GDO (grupos delincuenciales organizados), ya no hay estructuras criminales. Eso es gracias a una presencia institucional, a que se le han dado golpes a las estructuras criminales. Nosotros hacemos consejos de seguridad semanalmente, pero no nos quedamos ahí, tenemos cámaras de seguridad en toda la ciudad, sistema de telefonía...”
Antes de hablar de esa estrategia de seguridad, ¿cuándo comenzaron a mejorar los indicadores de seguridad?
“Llega el año 2012 y empieza la administración de Carlos Andrés Trujillo, hoy senador, que les da golpes duro a todas esas estructuras criminales. Él estuvo amenazado incluso en su momento como alcalde, porque cerca de 5.000 personas son encarceladas, porque ahí estaba trabajando la Fiscalía, los jueces, la Policía, el Ejército, toda la institucionalidad. En Itagüí pagaban extorsión el comercio, el transporte, las viviendas, hoy no pagan. Y cuando intentan llegar de nuevo, a ocupar el espacio, a cobrar, respondemos con contundencia. Hemos dado unos golpes duros en el Ajizal o en el sector del Bolo, donde quieren venir a asentarse unas estructuras. Itagüí es hoy un modelo de ciudad segura, con programas sociales y de una institucionalidad presente”.
Usted menciona que esto comenzó con Carlos Andrés Trujillo, el senador, y luego vino León Mario Bedoya, que también fue de la línea de Trujillo, y luego usted que también es de ese equipo político. ¿Esto es casi una casa política muy fuerte en Itagüí, vendrán otros herederos?
“Hay una continuidad en la política pública y esa es la que se tiene que desarrollar. El gran error de lo que está pasando en varias ciudades, o incluso en el país, es que debe cambiar todo. Hay que recoger lo bueno y mejorarlo, y lo que no sirve hay que cambiarlo. Pero hoy por ejemplo, en el marco de los 191 años de la ciudad, no puede llegar un alcalde, el que llegue, a decir que en Itagüí no sirve nada. Hace menos de 12 años Itagüí era la ciudad más violenta, por encima de San Pedro Sula en Honduras...”.
¿La más violenta de América Latina?
“De América Latina. Estamos hablando de un pasado reciente. Entonces venimos con una política continua. Aquí hay un equipo que viene con una continuidad... Y ahorita te lo decía, que uno de los temas importantes es el de las empresas, el recaudo, pero para tener recaudo hay que poner una institucionalidad. Cuando llegamos en el año 2012, yo era secretario de Infraestructura, los impuestos que recibía Itagüí eran menores a $300.000 millones, el año pasado cerramos en $760.000 millones. No todo el mundo pagaba impuestos. Llegamos a optimizar y hay un equipo trabajando. Esto hay que entender que no es una sola persona, es un equipo pensando en ciudad, un equipo planificando”.
¿Qué es lo que está haciendo Itagüí para tener buenos resultados en seguridad?
“Hacemos consejo de seguridad semanales, creamos la Secretaría de Seguridad, tenemos un trabajo articulado con todas las entidades, con las especialidades de la Policía, con el Ejército y con la Fiscalía, para trabajar en conjunto. Creamos la sala de monitoreo con una línea única. Aquí no llaman al 123 sino a nuestra línea. Esa llamada entra a la sala de monitoreo que está articulada con los 24 cuadrantes de la Policía que tenemos en Itagüí, para atender en 2,5 minutos cualquier emergencia en la ciudad. Tenemos 311 cámaras con LPL y acabamos de sacar una licitación para otras 300 cámaras y llegar a 611, es decir, que vamos a ser la ciudad que más cámaras tenga por cada 100 mil habitantes, toda la ciudad cercada. Cuando entra un vehículo que está identificado como robado, inmediatamente aparece la alerta roja y dice dónde va, y nos articulamos con la Policía Metropolitana, entonces se hace el cerco para recuperar el vehículo. Venimos trabajando con ese sistema de cámaras. Mire les cuento lo que pasó hace pocos días. Había unos funcionarios de Tigo sacando unos cables en plena autopista. En la sala de monitoreo se observa la situación y aunque están con uniformes de esa compañía el detalle es que se les ven los cascos distintos. Además, normalmente ese personal llega a instalar o a reparar, no a jalar el cable. Envían al cuadrante y allí verifican que no tienen carnet de la compañía y la misma empresa certifica que no son sus contratistas. Inmediatamente se les judicializa. Hemos identificado personas arrojando escombros y basuras y a ellos les ponemos comparendos”.
¿Ese uso de las cámaras así de efectivo no se aplica en otros lugares o es así aquí por ser un territorio pequeño?
“Algunas ciudades lo vienen trabajando también, pero aquí nuestra fortaleza es tener una central de monitoreo propia que trabaja 24 horas. Instalamos desde el año pasado 50 cámaras con parlantes, a través de las cuales le damos información a la comunidad, y en algunos casos advertimos riesgos o personas que están consumiendo drogas”.
¿Y la ubicación de esas cámaras obedece a qué razones?
“A las necesidades por sector. Tenemos 64 barrios, 8 veredas, entonces se ubican en los puntos más críticos, los de comercio, los de vivienda, porque hay cámaras que tienen una capacidad de visión hasta de dos kilómetros. El manejo está a cargo de un subintendente jubilado de la Policía, que trabaja en la Secretaría de Seguridad. Además trabajamos con drones y con ellos hacemos inteligencia”.
¿Esa estrategia se ha materializado en reducción de delitos?
“El año pasado cerramos con 24 homicidios, 8 por cada 100 mil habitantes, una tasa muy baja comparada con la metropolitana y con la nacional. Logramos esclarecer el 70% de los homicidios, es decir, determinar qué fue lo que sucedió. En efecto hemos logrado reducción de indicadores respecto al año 2021 en hurto a automotores, hurto a motocicletas, hurto a personas, extorsión, todo eso son indicadores que están en verde y así lo cerramos el año 2022”.
¿Su idea de mantener esa continuidad de un proceso que les ha dado resultados, por ejemplo en seguridad, los anima a tener un sucesor en las próximas elecciones?
“Bueno, yo de política, hoy como servidor público, no puedo hablar. Yo lo que tengo que decir es que lo que sí quisiera como ciudadano de Itagüí, es que la ciudad continúe con su consolidación. ¿Qué ventaja tiene nuestro gobierno? Va a dejar el plan de ordenamiento territorial hasta el año 2035 con una visión importante en equipamiento social, en materia de desarrollo empresarial, porque cuando una ciudad se consolida, ocurren cosas como este ejemplo que le voy a dar como espejo: Envigado es una ciudad que ha tenido una política de continuidad de más de 20 años, mucho más. Y se le ve el avance. Itagüí, ahora le decía yo, hace 10 años estaba muy por debajo de Envigado. Hoy vamos tocándolo con unas condiciones distintas. La condición social de Envigado son los estratos 3, 4, 5, 6. La de Itagüí es 1, 2, 3, 4. Pero aquí tenemos empresas que nos ayudan a generar empleo. Entonces lo que necesitamos, más allá de quién gobierne, o más allá los cambios que se dan en la política, es que la ciudadanía elija a personas que sigan un proceso de desarrollo de ciudad y de consolidación. Porque cuando llegan y dicen que hay que cambiar, todo desaparece. Imagínense, si acaban la Dirección de Desarrollo Económico, si acaban la Secretaría de Familia, o si como dicen algunos opositores, que la Secretaría de Seguridad no funciona, no sirve. Entonces es cuando reina la anarquía. Y eso es parte de lo que hay en las tendencias sociales, que todo sea anarquía. Y si la institucionalidad no funciona, la anarquía la ocupa, o la ilegalidad se vuelve en la institucionalidad”.
Alcalde, usted decía que antes Envigado estaba más arriba de Itagüí, en términos de recaudo, y da unos datos muy especiales de Itagüí pues a pesar de ser una de las ciudades más pequeñas del país, es una de las que más tributos produce.
“Es la tercera ciudad más pequeña del país después de Sabaneta y de Providencia, que es insular. Pero si hablamos del tema continental, solo estaría de segundo después de Sabaneta. Somos el más densamente poblado, somos la ciudad no capital que más empresas tiene. Yo recibí 12.500 unidades productivas, hoy estamos en 14.100 certificadas por la Cámara de Comercio. Fuimos la tercera ciudad más valorizada, incluso en pandemia...”.
¿Más valorizada se refiere a la vivienda?
“Al costo de la tierra. Y Findeter nos planteaba que Itagüí es la número 10 en el recaudo del ICA de todo el país, estamos por encima de ciudades capitales. Y siendo mucho más pequeños. Por eso es que ese corredor de la Autopista Sur, en el Plan de Ordenamiento Territorial, lo vamos a dejar como un suelo productivo generador de empleo y de empresas. Usted mira el metro de Medellín, cómo viene del norte a sur en la mañana, o cómo baja de sur a norte en la tarde. Mucha gente del norte viene a trabajar en Itagüí. Somos generadores de empleo, eso es muy importante”.
¿Y por qué ese éxito de Itagüí, claro que siempre tuvo una vocación industrial?
“Hay que hablar de la historia. En este cañón del Valle de Aburrá, el régimen de vientos era de norte a sur. La empresa había que hacerla en el sur para que el viento no le cayera a las viviendas. Por eso aquí se asientan empresas como Coltejer, Sedeco, Satexco, la Fábrica de Licores, Cervecería Unión, las grandes empresas que han sido generadoras de empleo y que tributan”.
¿Y ahora a qué se debe el éxito?
“A usted los empresarios solo le piden tres cosas: seguridad, movilidad e impuestos justos. Y nos acompañan con tres cosas: pago de impuestos (Predial, Industria y Comercio), generación de empleo y con programas de responsabilidad social. Por eso es importante esa simbiosis entre lo público y lo privado. Un Estado, un presidente, no puede dejar de lado la empresa”.
Es decir, usted no es como los vecinos que pelean con los empresarios...
“¡Yo no! Yo cuido a los empresarios. Yo los llamo, me siento con ellos, hacemos consejos empresariales. Voy cada ocho días a una empresa, grabo un programa allá y el mensaje es que esta empresa es orgullo de nuestra ciudad porque genera empleo, porque pagan impuestos. Pero para ellos la seguridad es fundamental. Una ciudad segura es que no le cobren extorsión, que se sienta bien, que esté cercano al metro, a las líneas de transporte, así el empleado tiene mejor calidad de vida. Nosotros somos generadores de empleo. Imagínense que el 50% de la mano de obra que trabaja aquí viene de otros municipios. Trabajamos de la mano del Sena, al que le entregamos ese gran lote en Calatrava para que hicieran allí el hub de innovación y ellos nos acompañan para que 34 instituciones educativas tengan medias técnicas. Creamos la tecnoacademia para más de 2.000 estudiantes”.
Alcalde, y uno que otro escándalo ha pasado por su administración... Como el del secretario de Gobierno al que unas cámaras lo pillaron repartiendo kit electorales... y el subsecretario de Salud alterando una prueba de alcoholemia...
“Yo soy un servidor público, llevo 27 años como servidor público, vengo de familia política, mi papá fue alcalde, mi mamá fue concejal, mi hermano era concejal cuando lo mataron. Entonces uno lo que tiene que entender en lo político y en lo administrativo es que las cosas hay que hacerlas bien. Ese ha sido el mensaje que les he dado a mis servidores, cada quien responde por sus actos, pero yo dejo la directriz clara”.
¿Y qué ha pasado con esos funcionarios?
“Es que al secretario de Gobierno le tomaron una foto de lejos y no se visualiza bien, él dice que era el hermano el que estaba repartiendo. Ese tema ya está en la Procuraduría, al igual que el del subsecretario de Salud. La directriz que le he dado a la Secretaría de Movilidad y al hospital, como presidente de la junta, es que no oculten información y que aporten todo para esclarecer el proceso...”
¿Pero ellos siguen vinculados a la administración?
“El de Gobierno no está, renunció en su momento. Y el subsecretario de Salud está ahí, en un proceso de investigación por parte de la Procuraduría y de la Oficina de Control Interno”.
Alcalde, estamos a 9 meses de terminar su gestión, ¿cómo va la ejecución de otros programas?
“Bueno, estamos con un avance del Plan de Desarrollo de Itagüí Ciudad de Oportunidades en un 80%. Tenemos la meta de llegar al 96% o 97% para cumplirle a la comunidad, a pesar de la pandemia, de la protesta social, del invierno y de la inflación que en el último año sobre todo le ha pegado duro a lo social”.
¿La pandemia afectó su plan de desarrollo?
“Nosotros hicimos en mayo, después de que comenzó la pandemia, un ajuste al plan de desarrollo y decidimos incluir el componente pandemia, con aporte presupuestal, y pudimos acompañar a las comunidades vulnerables. Llegamos a entregar hasta 80.000 mercados de la mano del sector privado. Siempre resalto que una gestión no la hace solo un alcalde, sino un equipo, en el que participan también los empresarios. Creamos la dirección de Desarrollo Económico y gracias a ese trabajo articulado, buscamos que no se perdieran empleos e impulsamos la reactivación económica, en la que seguimos trabajando”.