Crecen los desacuerdos entre las facciones del Partido Conservador en Antioquia debido a la puja por los avales a la Alcaldía de Medellín y a la Gobernación. La pelotera la protagonizan los tres sectores más visibles de la colectividad en el departamento: los trujillistas, los Conservadores de Vida y los católicos —conocidos como marianos—. Un peso pesado del partido y uno que fue revelación en las elecciones legislativas del año pasado son las figuras que podrían definir el desenlace de esta historia.
El cuento es este: el 18 de abril el concejal de Medellín Lucas Cañas radicó ante el Partido la solicitud para quedarse con el aval a la Alcaldía. Dos días más tarde, los conservadores católicos, en cabeza del representante a la Cámara Luis Miguel López, anunciaron desde el directorio departamental de la colectividad que crearon un comité para escoger al candidato que tendrá su aval para asumir dicha dignidad en la ciudad.
Hasta allí, según el congresista, se cumplía con una práctica que ha hecho carrera en el partido: el representante más votado en la ciudad es quien entrega el aval para la Alcaldía. El anuncio, que estuvo acompañado de los requisitos y las cualidades que deberá reunir quien aspire al espaldarazo del representante, puso en la cuerda la aspiración de Cañas. Y ahora, según fuentes cercanas al Partido, tiene en apuros el aval para la Gobernación de Juan Diego Gómez. ¿Por qué?
Ojo por ojo
Resulta que Cañas goza de la bendición del senador Carlos Andrés Trujillo, expresidente del partido con alta injerencia en Antioquia, en su aspiración a la Alcaldía de Medellín. En principio se consideró que este apoyo sería suficiente para que el concejal fuera abrazado por la colectividad en las elecciones de octubre próximo, pero el anuncio que hicieron los conservadores católicos desbarató esa cuenta.
López —en compañía de su fórmula, el senador Mauricio Giraldo— al parecer no ve con buenos ojos el nombre de Cañas debido a su cercanía con la administración del alcalde Daniel Quintero. Dicen fuentes cercanas a esta casa política que el concejal no entusiasma a las bases conservadoras y que, de recibir el aval, podría presentarse algo similar a lo que ocurrió en las elecciones a Concejo de 2019, cuando Cañas se quemó con 7.931 votos y terminó asumiendo después una curul en la corporación como reemplazo.
“A Cañas no le quieren dar aval en Medellín ni en Bogotá. Se habla de una pésima gestión como presidente del Concejo, su figura luce desteñida al interior del partido. Además, su incongruencia en el discurso le pasará cuenta de cobro: primero se alió con Quintero y ahora trata de mostrarse en su contra”, cuenta una fuente, que precisa que justo esta cercanía a la alcaldía de turno es la que levanta ampolla entre los conservadores católicos.
“Los marianos tienen que hacer valer ese poder debido a los votos que obtuvo en Medellín el representante López. Y ellos no estarán de ninguna forma con el alcalde Quintero: cualquiera, menos él. Y otra cosa: puede que acompañen aspiraciones en coalición y, en el caso de Medellín, terminen aterrizando en la campaña de Federico Gutiérrez con un coaval”, agrega la fuente.
Al parecer estas cuentas han causado disgusto en el senador Trujillo, quien estaría apelando a un mecanismo de presión para que el aval de Cañas no se enrede. La máxima sería la siguiente: si las distintas facciones del partido no abrazan la candidatura del concejal, el senador activaría sus influencias para que la aspiración de los Conservadores de Vida no llegue a buen término. Es decir, ‘ojo por ojo’: si Cañas no tiene el respaldo de los azules a la Alcaldía, tampoco lo tendría Gómez a la Gobernación.
“Lo que pasa es que, pese a su independencia, los marianos están más cerca de Gómez que de Trujillo”, dice otra fuente. Y es justo esta cercanía, que podría inclinar la balanza en favor de intereses contrarios a los de Trujillo, lo que ha tensado las relaciones al interior del partido. “Es el momento de los marianos, y ellos lo están aprovechando para fortalecerse”, agrega la fuente.
Diente por diente
Aunque consultamos al representante López y al precandidato Gómez para este artículo, no recibimos respuesta previo al cierre de esta edición. Es el concejal Cañas quien entrega algunas pistas sobre el clima al interior del partido al cuestionar la mecánica anunciada por López para la entrega del aval. Aunque reconoce el liderazgo del congresista, afirma que su figura no es del todo representativa en la colectividad.
“Él representa una parte del partido y mi inscripción fue ante la dirección nacional, máximo órgano para la entrega de avales: porque yo no quiero representar a un solo sector de la colectividad, quiero representarlos a todos”, dice el concejal. Y continúa: “Esa figura está estipulada para otros municipios, no para Medellín y la Gobernación, que tienen otras condiciones. Un solo congresista no puede ir en detrimento de la colectividad y de los tres concejales conservadores que apoyan este proyecto en la ciudad”.
Si esa es la lógica, profundiza el concejal, sería Trujillo el llamado a entregar el aval para la Gobernación: “Nadie niega las condiciones de Gómez, pero si llegamos a ese punto terminamos quitándole al partido su vocación de poder”. Este es el quid del asunto: aunque es bien sabido que Trujillo perdió capacidad de decisión con la llegada de Efraín Cepeda a la dirección del partido, algunas fuentes sostienen que la buena hora de Trujillo con el presidente Gustavo Petro lo tiene todavía en una posición privilegiada para negociar.
“El senador sabe moverse maravillosamente en el mundo parlamentario. Y sí, con el apoyo de Petro podría tener cierta influencia en el partido. Lo que está difícil es que Cepeda adhiera a esta decisión; que esta vez alcance a coronar esa victoria”, dice una de las fuentes consultadas. Aún es temprano para todas las facciones azules: será cuestión de tiempo para ver quién logra sobreponerse.