El Parque Arví no solo es un lugar turístico, un espacio para vivir la armonía de la naturaleza, sino también un sitio cargado de historia: los hallazgos arqueológicos han permitido deducir que allí hubo presencia humana desde hace cuatro milenios y que poco antes de que los españoles pisaran este suelo, los pobladores prefirieron irse a someterse al genocidio.
Los últimos cuatro años han sido generosos en hallazgos arqueológicos en este territorio, al punto que en 2019 fue declarado como Área Arqueológica Protegida por el ICANH (Instituto Colombiano de Antropología e Historia).
Dice el arqueólogo Santiago Escobar, que las últimas evidencias halladas en este territorio datan de los siglos II al XII después de Cristo y poco antes de la llegada de los españoles. Investigaciones anteriores habían confirmado la presencia de pobladores hace 4.000 años. Y a pesar de estar a muy pocos minutos de la zona urbana de Medellín, las huellas arqueológicas no se han perdido.
“Esto se debe a que en 1970 (hace 50 años) el Inderena declaró estas tierras como la Reserva Forestal Protectora Río Nare, con un área de 8.829 hectáreas, lo que frenó la expansión urbanística y la intervención humana en el territorio”, afirma Escobar, que lidera la investigación denominada Prospección Arqueológica del Plan Integral de Manejo Forestal de EPM.
Para explicarlo de manera sencilla, las investigaciones tienen como objetivo hallar, proteger y extraer las piezas arqueológicas ocultas tanto en el subsuelo como en la superficie, para que EPM continúe su Plan Integral de Manejo Forestal, un proyecto a 35 años que busca reemplazar la vegetación actual, donde predominan los pinos, y convertir este sitio en un bosque nativo para lograr una mejor protección del recurso hídrico sin destruir el patrimonio histórico.