Antioquia terminó los primeros cinco meses de 2022 con doce muertes maternas tempranas, es decir, ocurrieron durante el embarazo, el parto y hasta los 42 días de terminada la gestación. Visto desde la estadística, el departamento tiene un panorama menos desfavorable que Colombia, con una tasa de 38,6 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos, frente al 41,1 nacional.
Pero la estadística es algo minúsculo ante la tragedia que significa para la sociedad la muerte de una materna. Antioquia viene de un 2021 con 42 casos, la peor cifra desde 2009 (48). Y este año completó 12 muertes maternas tempranas convirtiéndose en el territorio con mayor cantidad de casos, superando a La Guajira (11) y Bogotá (9).
Este escenario exige plantear dos interrogantes: ¿cuáles son las causas detrás de estas cifras? y ¿por qué un departamento que ha sido pionero en estrategias de salud pública para la población gestante tiene cifras de muertes incluso por encima de un departamento como La Guajira?
Para resolver el primer interrogante es pertinente señalar que el covid tuvo una huella particularmente adversa en las embarazadas. El 65% de las muertes maternas en 2021 ocurrieron por causas asociadas al virus, una problemática que tuvo su pico entre agosto y noviembre de 2021 y que mejoró a partir de diciembre, cuando el departamento tuvo la mayor cantidad de vacunadas por mes (2.204 primeras dosis).
No obstante, la respuesta de las maternas a la vacunación anticovid en Antioquia fue tardía y la cobertura no fue tan amplia. A esta altura se han aplicado 54.000 dosis y más de 17.000 segunda dosis.
La muerte evitable de muchas de maternas que fallecieron por causas asociadas al covid es un claro ejemplo de lo que el médico ginecólogo y obstetra, Luis Carlos Murillo Valencia, miembro de la junta directiva de la Asociación Antioqueña de Ginecología y Obstetricia, califica como barreras educativas y sociales. Porque aun cuando la ciencia ofreció una vacuna segura, la mayoría de esta población optó por no aplicársela.
Es una conclusión desalentadora que según el especialista refleja que hay elementos transversales en la sociedad como las brechas en la educación que no permiten que el país logre avances progresivos en salud pública. Y es que antes de 2021, el último con mayor cantidad de muertes maternas registradas en Antioquia, 2009, coincidió con el H1N1 y una amplia reticencia de las maternas, en aquel momento, a protegerse con la vacuna contra la Influenza.