Urabá es tierra de contrastes. No solo es un territorio inmensamente rico en el agro, aunque es la segunda subregión más pobre de Antioquia; sino que en estos tiempos electorales salta a la vista otra contradicción, porque si bien es la zona de Antioquia donde Petro arrasó en las últimas elecciones presidenciales, los candidatos del petrismo no despegan en los principales municipios del Urabá.
De a poco, esta subregión se volvió el fortín del hoy presidente de la República en Antioquia. Así lo muestran las elecciones. Mientras que la primera vuelta de 2018 alcanzó 54.193 votos en los 11 municipios y en la segunda vuelta de ese año obtuvo 73.784; el caudal electoral petrista llegó a los 63.045 votos; mientras que para la segunda vuelta contra Rodolfo Hernández obtuvo 111.574 votos. Estas cifras revirtieron el panorama, pues de ganar apenas en cuatro municipios de la subregión en 2018, Petro dominó en 2022 en siete de ellos holgadamente.
Con semejantes números era lógico pensar que la aplanadora petrista se impondría en los comicios locales que se celebrarán en octubre. Sin embargo, lo percibido en las calles da a pensar que la gasolina de los aspirantes del Pacto Histórico no les está dando siquiera para figurar.
En el Urabá los habitantes no suelen hablar abiertamente de política y menos con un extraño. Alguno que otro se aventura a dar una escueta opinión donde principalmente surge el “yo de eso no sé mucho” o “a eso no le paro tantas bolas”, como respuesta.
Una de las que decidió hablar fue Sharlyn, una vendedora del puerto de Necoclí. Al preguntarle si reconocía a la candidata del Pacto Histórico allí dijo que “ni idea”, y eso que justo al lado de su local hay un poste empapelado con propaganda de la aspirante.
“La realidad es que los candidatos del Pacto no tienen credibilidad acá. En el Urabá a los del Pacto los 'pactean'”, comentó, mordaz, una periodista política de la zona.
Y así lo estaría demostrando el devenir político. Por ejemplo, en Apartadó Petro obtuvo 33.897 votos en 2022. De los 11 candidatos el ungido por el Pacto Histórico es el abogado Fredy Largo. Sin embargo, allí también compite el candidato Henry Córdoba apoyado por la Colombia Humana, lo que muestra la división entre ambas vertientes petristas.
Todo indica que Largo y Córdoba están lejos de la contienda que hoy sostienen los candidatos que todos dan por favoritos: los exconcejales Adolfo Romero y Héctor Rangel. El primero aspira por su propio movimiento con el coaval Conservador y el apoyo del Mira y de Cambio Radical. Mientras que Rangel tiene apoyo del Partido Liberal, La U, el Partido Verde, la ASI y Mais.
El administrador público Rangel ha sido cercano a Gerardo Vega, estaba muy vinculado a la izquierda, pero desde 2003 se volvió Liberal. Fue concejal por tres períodos y gerente de la Terminal de Transportes y quedó segundo en las elecciones de 2015.
“Mientras que el abogado Romero viene de la Red Urabá Joven y llegó en 2003 al concejo de Apartadó por Alas Equipo Colombia (génesis del uribismo). Él ha trabajado mucho con la juventud buscando su acceso a la a educación superior y con temas deportivos. Ambos son dos políticos experimentados”, recordó un periodista político del Urabá.
Lo último de este choque fue que la Registraduría Nacional le notificó a Romero que sus casi 60.000 firmas no fueron aceptadas por irregularidades o por no cumplir con los requisitos de ley, por lo que este no habría alcanzado el umbral de firmas para avalar la candidatura. Sin embargo, Romero sostuvo que sigue firme en su aspiración pues tiene el coaval Conservador, dejando así con los crespos hechos a sus adversarios.
El pulso en los otros municipios
En Chigorodó (donde el hoy presidente obtuvo 12.747 votos) son ocho los candidatos los que se disputan la Alcaldía. De estos, el que se lanzó como candidato por el Pacto es el abogado Luis Fernando Hinestroza. Él aspiró en 2011 por el Polo Democrático y en 2016 por la Unión Patriótica a la Alcaldía. En 2022 fue coordinador municipal electoral del Pacto Histórico y hoy tiene el apoyo del congresista Alejandro Toro y del candidato del quinterismo a la Gobernación Esteban Restrepo. Aún así, según las fuentes consultadas, Hinestroza no aparece entre las cuatro candidaturas que más pujan.
“Acá puntean actualmente Ferney Guerrero, el candidato por el Partido Demócrata de Julián Bedoya; Tulia Irene Ruiz, candidata de la ASI y respaldada por Luis Pérez y el Centro Democrático; Daniel Álvarez Sosa de La U; y el liberal Edwin Zapata. Apúntalo: de ahí es que va a salir el ganador”, dijo la fuente.
Necoclí es de los pocos municipios donde Petro perdió con 6.259 votos, acá hay seis aspirantes. De estos la que aparece figurando por el petrismo es la abogada Karina Herazo, quien se lanzó por el “Pacto Verde”. En su propaganda usa los colores y fuentes escritas propias del Pacto Histórico y de hecho en el tarjetón aparece con la misma pose de Francia Márquez. Sin embargo, aparece avalada como aspirante por el Partido Verde.
Aún así en la lectura de los habitantes de Necoclí, la dinámica electoral se mueve entre cuatro candidaturas: la de Guillermo “Memo” Cardona —quien fue segundo en las pasadas elecciones y hoy tiene los avales de Aico, el ASI, el Mais, La U, el Partido Liberal y el Partido Demócrata; la de Freddy Marín, del Nuevo Liberalismo, un concejal y comerciante quien tiene el apoyo del Partido Conservador y del Mira; la del docente Walter Mierth, que tiene el aval de Cambio Radical y la de la aspirante Teresa Ramos quien es candidata por su movimiento Construyamos Juntos.
También está Turbo, otro de los municipios grandes del Urabá donde Petro puso 27.091 votos en las últimas elecciones y donde se han dado varios hechos noticiosos sobre el desarrollo electoral, pues allí 11 candidatos buscaban ser alcaldes.
Quien fue elegido para representar al Pacto fue Cristian Mestra, exgerente de la campaña de Petro en el Urabá y un candidato que “mojó prensa” con su anuncio de crear una cuenta de Onlyfans para financiar su campaña pese a que su filiación religiosa iría en contravía.
Mestra iba a competir contra los candidatos Víctor Angulo y Faryd Ospina, así como los exalcaldes Alejandro Abuchar y William Palacio, quienes buscan repetir pese a que ambos han tenido enredos con la justicia. Aún así, Mestra no ha repuntado e incluso más bien se ha visto inmerso en el tejemaneje político turbeño en donde las adhesiones se hacen y deshacen vertiginosamente.
“Supuestamente el candidato de la oficialidad era Cristian Mestra. Pero como no despegaba, le ordenaron adherir a Palacios para este quedar de candidato del oficialismo. Pero él se rebeló porque no se definía si se iba a unir a Faryd”, comentó un periodista de la zona.
La cuestión es que sus contrincantes no se quedaron quietos pues ven en Abuchar al candidato a derrotar. Lo último que se supo es que Mestra se fue a la campaña de Faryd Ospina; en tanto que Angulo se fue a la de Abuchar. O sea que Petro se quedó sin candidato.
Pese a este giro que le quitó dos contendientes, Alejandro Abuchar tiene procesos judiciales pendientes de su pasada alcaldía por lo que sus toldas temen que estos “revienten” antes de las elecciones de octubre, lo que lo dejaría por fuera.
“Abuchar tiene los candidatos de concejo más reconocidos y los líderes que halan más gente. Pero en Turbo se teme que vuelva ese 'desgobierno' que hubo cuando Palacio fue detenido en su periodo por parapolítica”, explicó un periodista turbeño.
“Hay avances significativos”
Las directivas del Pacto Histórico en Antioquia indicaron que sus candidatos son en su mayoría líderes sociales y comunitarios que no cuentan con los recursos y el capital suficiente para desplegar una campaña más vigorosa y amplia como sí la tienen otros partidos tradicionales.
“Nuestra campaña es de base social y, contrario a lo que se observa, hemos tenido avances significativos y hemos estado fortaleciendo el voto en el Urabá. El apoyo recibido no coincide en absoluto con el comentario, ya que nuestros candidatos han reafirmado el apoyo y la confianza de los votantes”, indicaron estas.
Finalmente, el Pacto Histórico en Antioquia dijo que continúa haciendo presencia en el Urabá con el fin de fortalecer los procesos políticos, y sostener el respaldo que se logró en las pasadas elecciones de Congreso y Presidencia.
Que el petrismo no repunte en Urabá pese al arrollador éxito en presidenciales es explicado por los lugareños. Un reconocido periodista explicó que en términos generales el Urabá siempre ha sido muy afín en elecciones presidenciales a los temas sociales y los movimientos de izquierda.
“Pero para las locales, somos más individualistas, por eso los candidatos no llegan por ser respaldados por partidos, sino por su cercanía con la gente o los líderes de barrio o líderes sociales. Por eso siempre se busca caerle bien a las JAC así sean de partidos antagonistas. Aquí una elección la define el carisma que tenga un candidato. Acá se vota más con el corazón que con la razón. Te lo aseguro”, reseñó otro periodista.
De hecho, recientemente una encuesta por redes sociales le preguntó a la gente cuál candidato bailaba mejor. Y tal vez esa falta de carisma es la que le está pasando factura a los candidatos de Petro en el Urabá, hecho que se estaría traduciendo en la falta de reconocimiento como la que comentó Sharlyn en Necoclí.
Campaña a Gobernación en el Urabá sigue “fría” y sin alianzas.
Aunque las calles del Urabá estén tapizadas de pasacalles, pendones y vallas de los candidatos, todo lo contrario pasa con la propaganda de los aspirantes a Gobernación.
Según los mismos urabaenses, el asunto está “frío”, pues son pocos los candidatos que han ido a visitar el territorio a proponer alianzas y a mover la maquinaria.
Sin embargo, mención aparte merece el candidato Julián Bedoya, quien desde el evento en Plaza Mayor del pasado 11 de agosto fue investido por el Partido Demócrata Colombiano como el candidato que defendería las banderas “de la Antioquia Negra”.
Desde entonces, según cuenta la gente, la actividad de Bedoya en el Urabá ha sido intensa, tanto así que allí no ven con malos ojos que un “blanco” sea quien vele por los intereses de una región predominantemente afro.
El asunto no es menor teniendo en cuenta que Bedoya en su campaña a Congreso en 2018 consiguió él solo 10.703 votos en el Urabá, de los 53.229 con los que obtuvo curul liberal.
Dicha cifra se multiplicaría si el Partido Liberal le brindara su ayuda y si a este se sumara su nuevo amigo Carlos Andrés Trujillo y la maquinaria conservadora.
Pero Bedoya no está solo en la subregión. Pues la zona también es fortín de Luis Pérez, quien en la elección de 2016 obtuvo en el Urabá 61.482 votos de los 819.389 que lo convirtieron en gobernador.
Tampoco hay que descuidar que Aníbal Gaviria también es fuerte en la zona y que tiene candidato a la Gobernación. Gaviria resultó elegido gobernador con 839.558 votos, y de estos, 75.298 los puso el Urabá.
Así transcurre por ahora la contienda política en esta subregión de Antioquia donde uno y otro bando empiezan a mostrar sus capacidades.
Por ello ya comienzan a volverse recurrentes los eventos masivos donde se congregan las gentes de uno y otro candidato en medio de música tropical a altísimo volumen que sale de caravanas de camionetas de alta gama atestadas de propaganda, las cuales hacen maromas para esquivar el enjambre de motos que recorren las resquebrajadas calles y los niños pobres que salen a su paso.