El impacto por el asesinato de tres muchachos en el casco urbano de Venecia, Suroeste antioqueño, prendió las alarmas de un grupo de activistas y líderes juveniles que se organizaron para plasmar por medio del arte su rechazo a la violencia.
El crimen ocurrió el pasado 23 de agosto, cuando en un ataque dentro de una vivienda fueron asesinados con arma de fuego Juan David Mesa Toro (17 años), José David Velásquez Rojas (19 años) y Yorman Dávila Henao (18 años).
Hoy los nombres de los tres jóvenes están en la parte superior derecha de un mural que se ideó y se plasmó entre los líderes juveniles de Venecia, algunos de Medellín y el colectivo artístico Melantropía de Marinilla.
Julián Arbeláez Martínez, integrante de este último grupo, cuenta el resultado que hoy se ve fue fruto de una construcción colectiva en la que participaron familiares de las víctimas y que busca ser un grito a la no violencia.
“Manifestamos con este mural nuestro rechazo a la violencia y es un homenaje a las víctimas, no solo de este conflicto sino de todos los que hemos vivido en Colombia durante tantos años. Nos sentimos honrados de venir aquí y plasmar nuestro arte, porque el arte no puede estar solo de adorno. Además de ser algo bonito es muy diciente: es un grito a la no violencia”.
Elementos locales
Más que ser un grafiti la técnica usada, explican de Melantropía, fue el muralismo puro y duro: pintura sobre pared y la exaltación de la vida y de los elementos propios de una localidad como Venecia que se destaca por verdes y exuberantes paisajes.
Por tal motivo en el mural quedaron referentes del sector como el icónico cerro Tusa y flores y aves que embellecen la zona. La representación de la vida en el rostro de una mujer y la frase “Nacimos para ser libres, no asesinados”, que surgió de la plataforma de juventud municipal de Venecia.
Daniela Zapata Agudelo, veneciana y líder de la red juvenil, contó que el mural se llama Esperanza y recuerda que fue muy significativo que la mamá de Yorman les agradeciera por plasmar parte de la vida del hijo y darle la posibilidad de recordarlo en un espacio físico que para ella será muy simbólico.
“Además del mural hicimos una velatón en la noche del martes que tenía como objetivo resaltar el valor de la vida y participaron familiares de las víctimas. Hicimos un duelo colectivo y fue una manera de dar luz en medio de tanto dolor”, contó.
Alejandro Palacio, líder juvenil y otro de los mentores de la iniciativa, detalló que fue clave el aporte de la Fundación Pintuco y de Educapaz para poder realizar tanto el mural como el ritual.
También valoró la participación y el trabajo colectivo de varios grupos de jóvenes que querían llamar la atención sobre el rechazo a la violencia y hacer un llamado a las autoridades para que protejan la integridad de los jóvenes.
Vecino de calle de murales
Aunque inicialmente no hizo parte del proyecto, el mural Esperanza, homenaje a las víctimas, está en un espacio contiguo al corredor artístico con murales que fue inaugurado la semana pasada en dicha localidad cafetera del Suroeste antioqueño.
Sobre el proyecto del corredor urbano de arte de Venecia vale recordar que son catorce murales que suman 750 metros cuadrados extendidos a lo largo de la calle Sucre, cerca al parque principal del municipio.
En el proyecto participaron nueve artistas antioqueños luego de una construcción colectiva con la comunidad y se realizó fruto de una alianza entre Antioquia Mágica (Gobernación), la Alcaldía de Venecia y la Fundación Pintuco.
La calle de los murales evoca experiencias de intervención urbana similares a experiencias como la desarrollada en la comuna 13 de Medellín.
Junto al mural de Esperanza resalta otro en tonos verdes y blancos que está a su lado y que retrata la dolorosa huella de la violencia de los años 90. El protagonista es otra víctima antioqueña: el recordado futbolista Andrés Escobar Saldarriaga .