Atados de pies y manos, con sábanas en sus cuellos y desnudos dentro de sus viviendas fueron encontrados los cuerpos sin vida de tres hombres LGBTIQ+. Un patrón rodea los expedientes judiciales, porque se tienen indicios de un vehículo, de color blanco, que estaría en al menos dos de estos los tres casos.
Los asesinatos se presentaron entre el 28 de enero y el 15 de marzo en las comunas 8 (Villa Hermosa), 11 (Laureles-Estadio) y 13 (San Javier). Además, hubo un cuarto ataque, con un ciudadano libano-australiano, de 36 años, registrado el 15 de febrero en el barrio San Joaquín, en el cual fue empalado y trasladado a una clínica donde se recuperó de las heridas.
Las víctimas fueron Juan David López Alzate, de 31 años, quien fue asesinado el 28 de enero en su vivienda, en el barrio Antonio Nariño; Sahmir Javier González Sarmiento, un colombo-venezolano de 28 años, quien fue encontrado sin vida por su pareja en el barrio Las Acacias el 15 de febrero; y Juan Danilo Bedoya Román, de 30 años, quien murió el 15 de marzo en el barrio Las Estancias.
Los colectivos LGBTIQ+ ya hablan de que se tratarían de hechos sistemáticos en contra de esta población, aunque las autoridades lo tratan como casos aislados, al menos desde las versiones oficiales.
Wilson Castañeda, director de la asociación Caribe Afirmativo, indicó: “De estos cuatro crímenes ocurridos este año, hay un modus operandi que es ocurrido en las residencias, un supuesto vehículo implicado, una práctica similar en la escena del crimen, y un supuesto robo que desvía la atención de las autoridades. Hay unas tendencias en estos tres casos y que dan constancia que estamos en una práctica sistemática de violencia, que afectan a hombres con ciertas características”.
De acuerdo con las investigaciones, en las escenas las víctimas se habrían contactado con sus victimarios a través de las redes sociales y luego de departir con ellas, habrían llegado a sus viviendas, donde luego de un rato fueron atadas y asesinadas.
“Nos preocupan de estos homicidios la conexión entre la víctima y el victimario. No hay presencia de amenazas o presiones, sino que hubo cierta complacencia. Los vecinos nos dicen que vieron a la víctima con el victimario en una relación saludable. Hay una ganancia de confianza para cometer el hecho violento”, señaló Castañeda.
De acuerdo con los reportes policiales conocidos por EL COLOMBIANO y las investigaciones en la zona de los hechos, en todos ellos se hace una mención del hurto de pertenencias de la víctima, para posteriormente escapar. En los asesinatos de Sahmir Javier y de Juan Danilo, los homicidas llegaron y escaparon en un vehículo blanco.