Sin embargo, del dolor que causa en la familia esta tragedia nació la esperanza de vida para otros cuatro pequeños que se beneficiaron con los órganos de Miguel Ángel, luego de que decidieran que lo mejor era donarlos.
“La decisión se tomó conjuntamente con la familia. El cirujano especialista en donaciones le hizo la propuesta a la mamá de donar los órganos del niño. El papá no estaba de acuerdo, entonces conversé con él para convencerlo, porque pienso que en vez de enviar un cuerpo con órganos al cementerio, es más fácil darles vida a otras personas que llevan meses o años en una cama de hospital”, explicó Zoraida Vargas al canal local Teleguatapé.
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Gracias a la decisión de la familia, se pudieron salvar cuatro menores de edad que estaban esperando un órgano para sobrevivir. Dos de los niños beneficiados residen en Medellín, mientras que otro de los receptores es de Bogotá y el restante vive en Bucaramanga.
Solo se cubre el 31% de trasplantes en Antioquia
Pese a las bondades de un acto tan altruista como es la donación de órganos, infortunadamente, el panorama del país aún dista de ser realmente positivo, y eso que Colombia tiene una legislación que incentiva esta práctica.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Información en Donación y Trasplantes del Instituto Nacional de Salud (INS), en 2023 en Colombia había cerca de 4.000 personas esperando recibir un órgano; sin embargo, tan solo en el mismo periodo se registraron 388 donantes y 1.394 trasplantes. Es decir que en el mejor de los casos los donantes solo pudieron aportar a cerca del 35% de la demanda de órganos registrada. En ese mismo año, 106 pacientes murieron esperando trasplante.
Para el caso particular de Antioquia, según las cifras de la misma entidad, en 2023 había 587 pacientes en lista de espera. No obstante, ese mismo año en el departamento se realizaron 348 trasplantes de órganos gracias a 110 donantes, es decir el 31% de los requeridos.
Y hay que tener en cuenta que la donación de órganos es un proceso nacional. Esto quiere decir que no siempre los órganos donados en Antioquia se quedan en Antioquia, sino que se usan en trasplantes para pacientes de otros departamentos que están en la lista de espera. Lo mismo sucede a la inversa y los trasplantes a pacientes paisas pueden ser con órganos provenientes de otros lugares.
De acuerdo con la doctora Juliana Buitrago Jaramillo, cirujana de trasplante de órganos abdominales de la Clínica Somer de Rionegro, si bien Antioquia es una región “generosa”, que por lo regular ha ostentado las más altas tasas de donación, la disponibilidad de órganos sigue siendo muy baja en comparación con la demanda.
Según la especialista, esto vendría ligado al hecho de que en Colombia, desde hace 20 años, el número de donantes fallecidos y de trasplantes realizados se ha mantenido en niveles similares.
Otro factor en el que ahondó la doctora Buitrago es el hecho de que aún en pleno siglo XXI y en la era de la información, el tema de la donación de órganos maneja muchos mitos y tabúes.
“Por ejemplo, hay gente que dice que no dona las córneas porque entonces cómo van a ver en el más allá, o porque dicen que quién quita que necesiten los órganos en el otro mundo. Una vez teníamos un proceso de donación listo con la familia de un fallecido, pero llegó un pastor evangélico allegado a la familia que se negó a la donación porque para él eso era ‘violar el cuerpo’ e hizo desistir a los demás”, recordó la doctora.
Buitrago comentó que hoy en día persiste el famoso mito del hombre que tras una noche de rumba apareció en la bañera de un motel supuestamente sin sus riñones o que a algunos muertos aparecen sin sus órganos en las evaluaciones de necropsia, cosa que hasta ahora no ha sido documentada por Medicina Legal.
“Todo eso es mentira. Nadie puede ir por ahí sacando órganos en una bañera porque esos órganos no servirían. La gente debe saber que en Colombia la extracción de órganos para donación es un proceso sumamente vigilado por las autoridades de salud. Cuando alguien dona un órgano, buscamos trasplantarlo a la persona más compatible y nosotros debemos explicar por escrito a las autoridades por qué se le puso este órgano a esta persona y si hay 30 en lista por qué no a cada una de las 29 restantes”, dijo la especialista.
Según la doctora, todos estos mitos y falsedades hacen que se reduzca el número de donantes. Aunque existe la ley 1805 de 2016 de presunción legal de donación –que en síntesis señala que en el país todos los colombianos al fallecer somos donantes en potencia salvo que en vida y bajo acta notarial informada a las EPS y al INS nos neguemos–, los médicos están supeditados a la voluntad de las familias.
“Por un lado, la ley existe pero no su reglamentación. ¿A quién llamamos para ejecutar en un acto legal la extracción de órganos cuando el fallecido está rodeado de su familia? Y del otro lado, también está el tema reputacional. Imagínese la mala imagen que tendrían la donación y el trasplante de órganos si en contra de la voluntad de una familia dolida por la muerte de su allegado, se hiciera la extracción?. Creo que más que ‘pelear’ con las familias, la idea es generar una cultura de la donación en la que la gente entienda la importancia de la solidaridad de donar tras el fallecimiento”, agregó Buitrago.
Pero no todo son malas noticias. Según comentaron los expertos en el tema, se han realizado actividades para combatir los tabúes y la ignorancia alrededor de la donación de órganos. Uno de los principales frentes es el religioso. Allí han logrado que la mayoría de líderes de los cultos del país den su visto bueno a la donación de órganos con el argumento de que hacerlo es un acto de caridad para el prójimo con el que se alivia el sufrimiento de los demás. Además, se hace énfasis de que en el plano espiritual los órganos no se requieren.
“También hacemos talleres pedagógicos en los diferentes municipios donde tenemos influencia en los que hablamos la cultura de donación de órganos y tejidos. Son espacios de dos horas que incluyen obras de teatro creadas específicamente para este fin pedagógico así como conversatorios con el personal de los equipos de trasplantes para aclarar las dudas de la gente. Hemos tenido muy buenos resultados pues mucha gente que antes decía que no quería donar, luego cambia de opinión”, puntualizó la doctora.